En las traseras de Ramón Cabanilas, en un callejón que tiene su entrada por Valle Inclán, una asociación realizó unas obras para construir una rampa de acceso a minusválidos.
El problema es que la construcción parece un agravio comparativo con respecto a la normativa que viene aplicando el Concello, pues a los particulares les obliga a realizarla hacia el interior de su propiedad, mientras que en este caso invade el espacio público.