La aldea de Alvite doblará su cabaña de vaca limiá en 2022

La asociación de vecinos de la localidad de Alvite, en Beariz, registrada como aldea singular, ponía en marcha en el 2020, en plena pandemia del covid, una explotación de vacuno, concretamente de la raza autóctona limiá, que financiaba la Consellería de Medio Rural con una inversión de 100.000 euros. Después de crear un pastizal de 15 hectáreas en el monte comunal A Lomba, además de habilitar las instalaciones como alpendres, abrevaderos y cierres, entre otras, las 10 primeras reses llegaban en el pasado mes de mayo. El presidente de la asociación y también de los comuneros, Carlos Gulías Roo, adelantaba en estos días la ampliación de esta explotación ganadera en el próximo año hasta alcanzar la veintena de vacas destinadas a la producción de carne, teniendo en cuenta que la capacidad de esta explotación en extensivo es de 30 cabezas. Hasta el momento, la entidad comunal, que cuenta con 53 socios, ha invertido en la adquisición de los animales 12.000 euros y quiere seguir ampliando con vistas a empezar a producir carne en un par de años. Carlos Gulías Roo residía en Madrid hasta que se quedó sin trabajo, por cuyo motivo, “ante la falta de expectativas, decidí en 2012 regresar al pueblo. Soy el último niño que nació en Alvite”, explicaba. Ahora, ya pensionista, dedica todos sus esfuerzos a la aldea, encargándose de la explotación ganadera, contando con el apoyo de otros vecinos, e impulsando interesantes iniciativas que han conseguido incluso la rehabilitación de numerosas casas que llevaban años cerradas, convirtiendo Alvite durante los veranos en un pueblo lleno de vida con más de 50 personas, que durante el resto del año residen en México, Francia, A Coruña, Vigo, Pontevedra y Madrid. En contraste, salvo los fines de semana, solamente cinco casas están ocupadas durante todo el año. Dos jóvenes iniciaban en 1996 lo que fue en años sucesivos una paulatina recuperación de viviendas. Montaron una casa de turismo rural y a partir de ahí otros vecinos se sumaron y en la actualidad hay 27 casas rehabilitadas respetando la tipología arquitectónica singular que tiene Alvite. CENTRO SOCIAL Y ADOQUINADO DE CALLES A la iniciativa privada de recuperación de las casas respetando su arquitectura tradicional hay que añadir también la intervención pública impulsada por la asociación de vecinos y contando con el apoyo del Concello de Beariz y de otras administraciones. De esta forma, ha sido adoquinada toda la calle principal del pueblo, en la que se invirtieron en torno a los 100.000 euros; asimismo se rehabilitó un inmueble para acoger el centro social, en donde se reúnen los vecinos, se celebran fiestas o se organizan actividades. En estos últimos días, apunta el presidente, Carlos Gulías Roo, que “acabamos de arreglar un galpón dentro de la campaña que iniciamos contra el feismo”, porque el turismo es otro de los objetivos de la entidad, una vez que se han recuperado una gran parte de las construcciones y que los vecinos residentes fuera regresan cada verano, entre los meses de julio y agosto, y algunos durante los fines de semana. Por ese motivo, la aldea aprovecha cualquier ocasión para promocionarse, incluso distribuyendo camisetas con eslogan, y teniendo en cuenta que la localidad está en la ruta de peregrinos del Camiño da Geira e dos Arrieiros, perfectamente señalizada para quienes eligen este trazado por las tierras de Beariz.