Carballiño también vivió su propia rebelión del año 1968

Carballiño también tuvo su particular rebelión del 68 protagonizada por una veintena de jóvenes que formaban parte del Club Parroquial Veracruz, impulsado por el que entonces era el coadjutor Ricardo Fernández, o el "Padre Richard", como le llamaban los amigos. El recuerdo de aquellos tres años que duró la entidad cultural y deportiva, entre 1966 y 1968, se ha recuperado en estos días a raíz del llamamiento que hace Manuel Blanco (presidente de la Asociación Fotográfica O Potiños) para recuperar los ocho números de la revista A Verdade editados en el club, que llevó a uno de los socios, José Prada, a declarar en el Juzgado por uno de sus artículos, "El gran caracol", que sin nombrarlo, se refería al dictador Francisco Franco. Manuel Blanco es consciente de lo difícil que es encontrar las revistas, sobre todo el último número, porque a raíz de la denuncia del entonces delegado de Turismo en Ourense por el referido artículo, procedieron a quemar todo el material que tenían en la sede del club, ubicada en la Calle Tomás María Mosquera, en plena calle principal de Carballiño. "Tamén saía un chiste sobre os tricornios da Garda Civil, que debeu influir na denuncia", apunta Manuel Blanco. Su idea radica en recuperar las publicaciones para escanearlas y entregarlas al archivo municipal. "Todo empezou cunha tesis dun estudante sobre as publicacións no Concello, que me preguntou por A Verdade", explica. El resultado de la paralización de la revista fue la disolución del club y pocos meses más tarde el traslado del "Padre Richard" a otra parroquia bien alejada, "que non recordo cal é, despois estivo na Cidade dos Muchachos e finalmente deixou o sacerdocio", indica. Aquella noche, tras la marcha del cura, los jóvenes salieron a la calle y empapelaron los muros con carteles y pancartas para expresar su protesta: "¡Echa al valiente y trae al pariente!", decían, refiriéndose al párroco de entonces, que había incorporado un nuevo coajutor, que pertenecía a su familia. Orden para requisar todo el material "Os mozos daquela non íbamos a igrexa e co Padre Richard ata acabamos indo aos exercicios espirituais", afirma Manuel Blanco. El sacerdote fue el impulsor del Club Parroquial Veracruz en el que los jóvenes, además de escribir en la revista A Verdade, también hacían teatro, baloncesto, entre otras iniciativas, que se incrementaban durante el verano con la llegada de los estudiantes que estaban fuera. "Cando chegou o cura non había actividade ningunha", matiza. También recuerda la multicopista que utilizaban para editar, "coa que nos poñíamos perdidos de tinta, despois compramos outra, que tras a orde de paralización subastamos xunto con outro material, pero as revistas queimámolas por causa da orde que había de requisalas". Por eso, hace un llamamiento por si "alguien conserva algún número, eu só teño un, e poderíamos escanealas e que pasaran a formar parte do arquivo do Concello como unha parte da historia de este pobo, penso que é interesante".