Carinsa desvía a sus clientes ante la mortandad de las truchas

El Seprona de la Guardia Civil está a la espera de los resultados de los análisis de los peces muertos en la piscifactoría Carinsa de Carballiño para orientar la investigación y determinar posibles culpables. Mientras, la explotación piscícola desvía a sus clientes a otras empresas ante la ausencia de mercancía.
Los análisis de las aguas contaminadas y de los peces de la piscifactoría Carinsa de Carballiño serán determinantes a la hora de determinar las causas y posibles culpables de la mortandad de truchas y alevines detectada en la tarde del pasado miércoles en las instalaciones.

Según apuntaron fuentes cercanas a la investigación, ’en estos momentos, el Seprona de la Guardia Civil está a la espera de que los laboratorios de la Con sellería de Medio Ambiente remitan los resultados de las analíticas, y así poder orientar las pesquisas tanto sobre el origen como los causantes de esta masacre’.

Los hechos fueron denunciados ante el Seprona por el gerente de Carinsa, Delio Lombardero, tras encontrar en 30 estanques de la piscifactoría un millón de peces muertos, la mitad aproximada de los existentes en la explotación. Sin embargo, los alevines y truchas restantes también fueron pereciendo en los días siguientes, ’ata o punto de que agora quedamos sin nada’, señaló ayer una encargada de las instalaciones.

Y añadió que ’ó non dispor de mercancía, os nosos clientes estanse a surtir de troitas procedentes doutras piscifactorías de A Coruña e Lugo que están a colaborar connosco para que o mercado non se desabasteza’.


Te puede interesar