Las doce de la noche marcarán un antes y un después para muchos empresarios y trabajadores de Carballiño, O Irixo y Boborás. Las nuevas restricciones permitirán abrir al comercio minorista, pero no ocurrirá lo mismo con otros negocios. Por ejemplo, la hostelería. Bares, cafeterías y restaurantes tienen que cerrar sus puertas. Solo podrán ofrecer servicio de comidas a domicilio o para recoger.
"No nos ofrecen ningún tipo de ayuda. Nos va a ser complicado hasta para cubrir los gastos personales. Cierran los bares porque dicen que los contagios se centran en los bares, y eso es mentira. Aquí la tiene gente conciencia, usa mascarilla, desinfectamos...", apunta José Luis Acuña, de la cafetería Ningures de Carballiño.
Algún establecimiento se ha adelantado y ya no ha abierto hoy. Otros apuran sus últimos cafés antes de una pausa que, preocupan, pueda suponer otra estocada para sus negocios.
