El abrasador calor convirtió ayer San Cristovo de Cea en una 'tostadora', en atinada comparación del alcalde, José Luis Valladares, pero no impidió a miles de personas degustar su tradicional pan. Eso sí, buscando la sombra.
Tradicional, sabor único o artesanal fueron algunos de los calificativos que más repetían los asistentes a la vigésima segunda edición de la 'Festa de Exaltación do Pan de Cea' que ayer se desarrolló en San Cristovo, donde sólo las zonas de sombra hicieron competencia a las sabrosas hogazas de pan que, con sumo mimo, elaboraron durante la noche los panaderos locales. 'Esto é unha tostadora', exclamaba el regidor local, José Luis Valladares, que aseguró que a pesar de las altas temperaturas la gente ha sido fiel a la celebración. 'Estamos contentos ca afluencia', confesaba Valladares, que bromeó con la 'utópica' cifra de los 20.000 visitantes que se comentó en la presentación del evento.
Aunque no se batió la cifra de récord, varios miles de personas disfrutaron a lo largo de la jornada del programa festivo que a las diez de la mañana abrieron las charangas con un animado pasarrúas.
El campo de A Saleta concentró, a partir del mediodía, la recepción de autoridades entre las que se encontraban representantes autonómicos, provinciales y comarcales, y el pregón a cargo de las incombustibles Cantareiras de Ardebullo. El característico humor de Nucha e Mucha no dejó títere con cabeza, siendo las alusiones al Monasterio de Oseira, el pan y el pulpo local los que más llamaron la atención de los presentes. 'Non fumos a misa por estar hoxe aquí e, a noitiña, a Boiro', informaron las cantareiras a sus fans.
Los panaderos doblaron turno y después de toda una noche trabajando para cocer los 2.500 piezas previstas para esta edición pusieron su mejor sonrisa para trabajar y disfrutar de la celebración, declarada Festa de Interese Turístico de Galicia en 2010. 'É un día', confesaban al pie del cañón las panaderas que trabajan bajo el sello de la Indicación Xeográfica Protexida (IPX). Y es que la exaltación es, según la organización, una oportunidad para 'dar a coñecer as excelencias deste singular produto, que se elabora con fariña de trigo, auga e sal, ao xeito tradicional'.
A la hora de la comida, los participantes se dividieron entre las diferentes 'carballeiras' y puestos gastronómicos del campo de A Saeta, siendo la de la organización (a base de productos acogidos a la denominación de origen) la que concentró mayor número de comensales, superando los 450. La alta participación de jóvenes del municipio y concellos limítrofes, que ayer montaron sus propias peñas y comidas de confraternización para rendir culto al pan, fue uno de los hechos más comentados por los organizadores que confían en que 'o relevo xeración está máis que garantizado'.
En la 'carballeira' también se expusieron una veintena de productos gallegos que llevan el sello de la Denominación de Origen: desde vinos hasta pimientos, pasando por aguardientes y licores, carnes, fabas, miel, patatas, quesos, grelos o mejillones o tartas.
Las Pandereteiras de Cea y las charangas ambientaron la calurosa tarde hasta la degustación gratuita de pan y chorizos 'al vino', a partir de las ocho de la tarde, obligó a colgar el cartel de 'todo vendido' en el campo de la Saeta. El baile popular a cargo de una afamada orquesta puso el punto y final a la jornada hasta el año que viene.
Aunque no se batió la cifra de récord, varios miles de personas disfrutaron a lo largo de la jornada del programa festivo que a las diez de la mañana abrieron las charangas con un animado pasarrúas.
El campo de A Saleta concentró, a partir del mediodía, la recepción de autoridades entre las que se encontraban representantes autonómicos, provinciales y comarcales, y el pregón a cargo de las incombustibles Cantareiras de Ardebullo. El característico humor de Nucha e Mucha no dejó títere con cabeza, siendo las alusiones al Monasterio de Oseira, el pan y el pulpo local los que más llamaron la atención de los presentes. 'Non fumos a misa por estar hoxe aquí e, a noitiña, a Boiro', informaron las cantareiras a sus fans.
Los panaderos doblaron turno y después de toda una noche trabajando para cocer los 2.500 piezas previstas para esta edición pusieron su mejor sonrisa para trabajar y disfrutar de la celebración, declarada Festa de Interese Turístico de Galicia en 2010. 'É un día', confesaban al pie del cañón las panaderas que trabajan bajo el sello de la Indicación Xeográfica Protexida (IPX). Y es que la exaltación es, según la organización, una oportunidad para 'dar a coñecer as excelencias deste singular produto, que se elabora con fariña de trigo, auga e sal, ao xeito tradicional'.
A la hora de la comida, los participantes se dividieron entre las diferentes 'carballeiras' y puestos gastronómicos del campo de A Saeta, siendo la de la organización (a base de productos acogidos a la denominación de origen) la que concentró mayor número de comensales, superando los 450. La alta participación de jóvenes del municipio y concellos limítrofes, que ayer montaron sus propias peñas y comidas de confraternización para rendir culto al pan, fue uno de los hechos más comentados por los organizadores que confían en que 'o relevo xeración está máis que garantizado'.
En la 'carballeira' también se expusieron una veintena de productos gallegos que llevan el sello de la Denominación de Origen: desde vinos hasta pimientos, pasando por aguardientes y licores, carnes, fabas, miel, patatas, quesos, grelos o mejillones o tartas.
Las Pandereteiras de Cea y las charangas ambientaron la calurosa tarde hasta la degustación gratuita de pan y chorizos 'al vino', a partir de las ocho de la tarde, obligó a colgar el cartel de 'todo vendido' en el campo de la Saeta. El baile popular a cargo de una afamada orquesta puso el punto y final a la jornada hasta el año que viene.
