El hundimiento alcanza una vieja tumba y abrió una grieta en el edificio.
Vecinos de Cenlle alertan de que sigue agrandándose el barranco sobre el que ha quedado la iglesia de San Lorenzo da Pena. El derrumbe se produjo a tan sólo un metro del edificio hace poco más de 15 días y el agua ha ido minando el subsuelo alcanzando en estos momentos una de las viejas tumbas situada en la entrada principal. Así, aunque el suelo de piedra todavía no ha cedido en este punto, ya se puede ver el hueco bajo las losas.
Los feligreses están muy preocupados porque ayer también pudieron observar una grieta que se abrió en la iglesia desde el campanario hasta la base de la estructura, en una esquina también de la puerta principal. Afirman que no saben si ha sido una consecuencia del derrumbe, pero temen que pueda estar afectando ya a la estructura. Por ese motivo, consideran que "hai que tomar medidas xa, con urxencia", indicaba un vecino.
El barranco tiene más de cinco metros de profundidad por cuatro de largo y ha obligado a vallar la entrada principal de la iglesia a la que sólo se puede acceder por una puerta lateral.
El Obispado activó a mediados del pasado mes de febrero un protocolo de máxima urgencia, y en consecuencia en estos momentos ya están disponibles todos los permisos y licencias pertinentes para acometer las obras, incluida la autorización de Patrimonio.
Los técnicos del Obispado valoraron el coste en torno a los 33.000 euros, después de realizar una inspección en el lugar del hundimiento.
No obstante, todavía no se sabe cuando se iniciarán los trabajos ni tampoco cómo se financiarán. Al respecto, el alcalde de Cenlle, Gabriel Alén, declaraba que ya se cuenta con todos los permisos, pero que las obras no corresponden al Concello sino al Obispado, que todavía no ha confirmado si asumirá el presupuesto. n
