Las autoridades de Cortegada se encuentran en estos días totalmente inmersas en la legalización y registro de las propiedades correspondientes al nuevo balneario y los terrenos de su entorno.
Tras recibir la aprobación de la Xunta del plan especial, mediante el que se modificó la calificación urbanística de las fincas para destinarlas en exclusiva a la explotación termal, el Concello procedía ayer a levantar acta notarial de la adhesión de las aproximadamente 50 parcelas que ha adherido a la superficie ya existente, propiedad de la Fundación Balnearia de Cortegada, que también gestiona la explotación de las viejas instalaciones termales.
Las fincas compradas por el Concello suman en torno a los 40.000 metros cuadrados, que pasan a formar parte del parque termal con una superficie total de 90.000 metros cuadrados, abarcando los entornos del nuevo y viejo balneario.
TERRENO
El nuevo edificio permanece cerrado desde que finalizó su construcción hace cuatro años, debido a que se ubicó en terreno rústico, no apto para edificar y, en consecuencia, era ilegal. 'Estamos falando dun balneario que ata agora non existía e que tras a súa legalización e rexistro no catastro é unha realidade', apuntó el alcalde de Cortegada, Avelino de Francisco.
El regidor calificó de 'gran éxito haber sacado adiante en dous anos un plan especial para legalizar o balneario e contar con unha propiedade destinada a diversas intervencións, todas dentro do ámbito termal'.
La legalización conlleva ahora la concesión de la licencia municipal y la autorización para la realización de las reformas necesarias, con el fin de corregir el deterioro que sufrieron las instalaciones a consecuencia de estar cuatro años sin funcionar.
De esta forma, las autoridades locales prevén que el nuevo establecimiento abrirá sus puertas al público el próximo año, una vez que concluya toda la tramitación para proceder a la concesión de su explotación.
El proyecto del Concello incluye la construcción de un hotel como complemento del balneario y otro tipo de instalaciones para reforzar el funcionamiento del propio establecimiento. Avelino de Francisco declaró que no existirá ningún problema para la adjudicación, ya que cuenta con una empresa que desde el primer momento en que se inició el proyecto de parque termal manifestó su interés por su explotación. Entre tanto, continúa funcionando el viejo edificio situado en las riberas del Miño.
Las fincas compradas por el Concello suman en torno a los 40.000 metros cuadrados, que pasan a formar parte del parque termal con una superficie total de 90.000 metros cuadrados, abarcando los entornos del nuevo y viejo balneario.
TERRENO
El nuevo edificio permanece cerrado desde que finalizó su construcción hace cuatro años, debido a que se ubicó en terreno rústico, no apto para edificar y, en consecuencia, era ilegal. 'Estamos falando dun balneario que ata agora non existía e que tras a súa legalización e rexistro no catastro é unha realidade', apuntó el alcalde de Cortegada, Avelino de Francisco.
El regidor calificó de 'gran éxito haber sacado adiante en dous anos un plan especial para legalizar o balneario e contar con unha propiedade destinada a diversas intervencións, todas dentro do ámbito termal'.
La legalización conlleva ahora la concesión de la licencia municipal y la autorización para la realización de las reformas necesarias, con el fin de corregir el deterioro que sufrieron las instalaciones a consecuencia de estar cuatro años sin funcionar.
De esta forma, las autoridades locales prevén que el nuevo establecimiento abrirá sus puertas al público el próximo año, una vez que concluya toda la tramitación para proceder a la concesión de su explotación.
El proyecto del Concello incluye la construcción de un hotel como complemento del balneario y otro tipo de instalaciones para reforzar el funcionamiento del propio establecimiento. Avelino de Francisco declaró que no existirá ningún problema para la adjudicación, ya que cuenta con una empresa que desde el primer momento en que se inició el proyecto de parque termal manifestó su interés por su explotación. Entre tanto, continúa funcionando el viejo edificio situado en las riberas del Miño.
