La ausencia de Medio Ambiente les dio la ocasión de ayudarlas a remontar pero no llevaban medios

Coto do Frade instala pancartas en Frieira para pedir una escala por la que suban las anguilas

Un miembro de Coto do Frade coloca una pancarta en la central hidroeléctrica de Frieira. (Foto: Martiño Pinal)
Coto do Frade ‘empapeló’ la central hidroeléctrica de Frieira (Pontevedra) con pancartas para reclamar la construcción de una escala que facilite el ascenso de las anguilas río arriba. Adoptaron esta medida, después de que el pasado martes los agentes de Medio Ambiente les prohibiesen recogerlas para soltarlas al otro lado de la presa.
Los miembros de la asociación ecologista Coto do Frade de O Ribeiro tuvieron ayer la oportunidad de recoger las anguilas en la presa de Frieira, en el municipio de Padrenda (Pontevedra), para remontarlas río arriba, porque cuando llegaron al lugar no había ningún agente de la Consellería de Medio Ambiente que se lo impidiese, tal y como habían hecho durante el primer intento que tuvo lugar el pasado 15 de julio. Los ecologistas, por este motivo, no iban preparados, no portaban las redes y cubos que durante los últimos 12 años han estado utilizando para capturar y posteriormente trasladar a las anguilas procedentes de los mares del Caribe a un kilómetro y medio río arriba.

No obstante, la expedición aprovechó el viaje (tres cuartos de hora desde Ribadavia) para instalar un total de siete pancartas en distintos puntos de la central hidroeléctrica.

La reivindicación ha sido siempre la misma: una escala en condiciones adecuadas para que esta especie pueda salvar la presa, teniendo en cuenta que el elevador eléctrico que se construyó nunca resultó eficaz y, con tal motivo, no funciona.

Tras la colocación de las pan cartas, los miembros de Coto do Frade anunciaron que posiblemente en la próxima semana volverán al embalse para ayudar a las anguilas a remontar el río.

Prohibición

El pasado martes, los siete voluntarios que se habían juntado con la intención de realizar esta labor tuvieron que regresar a Ribadavia, porque los agentes de Medio Ambiente les prohibieron cualquier actividad en el río Miño. Al respecto, Coto do Frade había manifestado su indignación, porque ‘é a primeira vez en 12 anos que non podemos facelo’.

Los agentes sí que habían estado trabajando esa misma mañana recogiendo en torno a 57 kilos de anguilas. Responsables de la Consellería de Medio Ambiente informaron al respecto que continuarán con la recogida en sucesivos días y que aceptarán ayuda siempre y cuando los interesados en participar soliciten los permisos correspondientes.

Sin embargo, los ecologistas no aceptan esta actitud y tienen claro que la única solución para acabar de una vez por todas con esta anómala situación consiste en construir una escala por la que puedan circular por el río sin dificultades. Por ese motivo, cumplieron con lo que habían anunciado y ‘empapelaron’ la central con las pancartas de protesta.

Captura de 200.000 ejemplares

Las condiciones climáticas adelantaron la llegada de las anguilas este año. La labor de recogida que realiza Coto do Frade desde hace 12 años se venía haciendo entre los meses de agosto y septiembre. Hace varias temporadas que la Consellería de Medio Ambiente también asumió este trabajo, y al igual que el grupo ecologista, los agentes anticiparon su presencia en Frieira a mediados del mes de julio.

El año pasado, el personal de Medio Ambiente capturó en torno a 200.000 ejemplares, participando en la labor dos operarios de Unión Fenosa y dos agentes forestales, durante un total de 15 días. Este equipo desarrolla su función junto a las compuertas del embalse. Mientras que los voluntarios de Coto do Frade lo venían haciendo en el entorno del elevador eléctrico, después de que la empresa Unión Fenosa vallase todo el perímetro de las instalaciones para evitar su acceso al interior, ya que al principio siempre habían actuado libremente.

La recogida de las anguilas se estuvo realizando por separado y de esta forma durante los últimos años, hasta que el pasado martes, los agentes de Medio Ambiente prohibieron cualquier acción a los ecologistas en el río.

El remonte de la presa es imprescindible para que esta especie pueda completar su ciclo vital. Procedentes del mar de los Sargazos, muchos ejemplares perecen al remontar el río.

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