Unas 40.000 personas participaron en la jornada de recreación de la época medieval en Ribadavia

La ‘Istoria’ gana la batalla a la tormenta

Una de las danzas medievales desarrolladas en la plaza Mayor. (Foto:  Xesús Fariñas )
Ribadavia escenificó la ‘Festa da Istoria’, una celebración surgida en 1988 para recrear el ambiente de la Edad Media. Las calles y plazas del casco histórico y el Castillo de los Sarmiento acogieron a miles de visitantes, que desafiaron el ataque meteorológico de la tormenta.
Los estacionamientos habilitados en los recintos de San Cristovo, Francelos y el Instituto de Secundaria de Ribadavia estaban prácticamente saturados al mediodía de ayer. Una superficie de casi 50.000 metros cuadrados destinada a vehículos que rozó el lleno total a lo largo de la jornada, la de la ‘Festa da Istoria’, que cumplió su decimonovena edición con un mínimo de 40.000 asistentes, según los datos provisionales de la organización.

Las calles y plazas del casco histórico de la villa acogieron desde primeras horas de la mañana y hasta las últimas de la noche a visitantes procedentes de toda Galicia, con el objetivo de participar en la recreación de una época -la Edad Mediaque tuvo a la capital de O Ribeiro como eje, sobre todo durante el reinado de don García y la posterior delegación soberana de la familia de los Sarmiento.

El programa se abrió a las 11.00 horas con el tradicional desfile de los nobles y representantes del Clero hasta la plaza Mayor, bajo la amenaza de una tormenta que dejó su impronta en forma de lluvia a primera hora de la tarde. La entrega de las medallas conmemorativas del festejo fue precedido por el pregón de Edmundo Araújo, metido en su personaje de ‘Malsín’, el judío converso que hace 400 años denunció a 200 convencinos ante la Santa Inquisición.

Ceremonia

El baile exclusivo para las damas, el ajedrez viviente y la carrera de barricas de vino coincidieron con la celebración de la ‘Boda judía’, con un recorrido hasta la ‘sinagoga’ de A Madalena, lugar elegido para la ceremonia nupcial. La finalización de estos actos dejaron tiempo para la comida en cualquiera de los 30 puestos de pulpo, carne cocida, churrasco, postres variados, vino y licores de O Ribeiro instalados en A Madanela, A Oliveira, Alameda y otras plazas de Ribadavia. Por la tarde, la fiesta continuó con las pruebas de tiro con arco y lanzamiento de honda, además del típico torneo medieval y la exhibición de cetrería con halcones amaestrados, que congregaron a cientos de personas en el campo de O Xestal. En el Auditorio del Castillo de los Sarmiento se desarrolló una novedosa competición de esgrima y la representación de la obra ‘O Malsín’, con un concieeto de música folk como cierre.

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