El proyecto para el bombeo de agua desde el río Miño para los concellos de Cenlle, Punxin y San
Amaro se encuentra durante este mes de febrero en periodo de exposición pública en los respectivos municipios. Posteriormente, el proyecto deberá recibir el visto bueno de las tres corporaciones a mediados de marzo y ya con vistas a que se inicie cuanto antes el proceso para la adjudicación de las obras. Se trata de la segunda fase, cuya inversión ronda 3,5 millones de euros, después de la captación realizada hace algunos años en la localidad de Razamonde, en el municipio de Cenlle, de la que ya se abastecen los pueblos de Barbantes, Laias, Razamonde y Xubín de este mismo municipio.
El proyecto contempla en esta nueva fase otros dos depósitos, además del existente en Razamonde, que se ubicarán en el monte de San Trocado hacia el que se bombeará el agua para abastecer otro depósito en Cenlle y también a los concellos de San Amaro y Punxín.
Las obras está previsto que se inicien este año, aunque se prevé que se prolonguen durante todo el 2015, dada la envergadura de las mismas.
La primera fase ya había solucionado con la construcción de la nueva traída la contaminación de los pozos por arsénico de los que se surtía el pueblo de Razamonde. Ahora, también los vecinos de Punxín, igualmente afectados por el mismo problema, esperan que este bombero ofrezca todas las garantías sanitarias en el suministro de sus domicilios. En este municipio, es necesario realizar continuos análisis por causa del arsénico y el Concello está suministrando garrafas de agua en las localidades en las que se detecta. Esta problemática ha llevado incluso al Valedor do Pobo a intervenir de oficio, preocupándose por el bienestar de los afectados.
Con el nuevo bombero desde el río Miño también se pretende acabar con las restricciones de agua en algunos pueblos durante el verano cuando hay sequía. Están especialmente afectados por esta carencia los municipios de Punxín y San Amaro.
El proyecto contempla en esta nueva fase otros dos depósitos, además del existente en Razamonde, que se ubicarán en el monte de San Trocado hacia el que se bombeará el agua para abastecer otro depósito en Cenlle y también a los concellos de San Amaro y Punxín.
Las obras está previsto que se inicien este año, aunque se prevé que se prolonguen durante todo el 2015, dada la envergadura de las mismas.
La primera fase ya había solucionado con la construcción de la nueva traída la contaminación de los pozos por arsénico de los que se surtía el pueblo de Razamonde. Ahora, también los vecinos de Punxín, igualmente afectados por el mismo problema, esperan que este bombero ofrezca todas las garantías sanitarias en el suministro de sus domicilios. En este municipio, es necesario realizar continuos análisis por causa del arsénico y el Concello está suministrando garrafas de agua en las localidades en las que se detecta. Esta problemática ha llevado incluso al Valedor do Pobo a intervenir de oficio, preocupándose por el bienestar de los afectados.
Con el nuevo bombero desde el río Miño también se pretende acabar con las restricciones de agua en algunos pueblos durante el verano cuando hay sequía. Están especialmente afectados por esta carencia los municipios de Punxín y San Amaro.
