Si hay alguien que reunió las condiciones del buen periodista, ése fue José Puga Alonso, el corresponsal de La Región en Ribadavia, según recordaron el presidente de la Diputación, José Luis Baltar; la periodista Maribel Outeiriño y numerosos familiares y amigos que ayer, en la presentación del libro que recopila sus artículos, le ofrecieron un particular homenaje, tanto en Ourense como en la capital de O Ribeiro. El diario regala el domingo un ejemplar con cada periódicos, a los lectores de la comarca.
Se recuerda a todos los ribadavienses que poseemos una magnífica biblioteca municipal, a toda luz olvidada. Tan olvidada que nos fue imposible saber cuándo se instauró, incluso en los medios oficiales. Así comienza el primer artículo, fechado en marzo de 1974, de Historias de Ribadavia contadas por el vendedor de zapatos que escribía, que recoge una selección (en total, 111) de sus artículos publicados como corresponsal de este periódico en Ribadavia, desde que lo fichó en 1974 Luis Padrón, hasta 199.
3 Tenía todas la cualidades del buen periodista: era un hombre curioso, con una memoria fantástica, un gran cariño a su pueblo y con un gran sentido del humor , destacó ayer la periodista, Maribel Outeiriño, durante la presentación del libro de La Región junto al presidente de la Diputación, José Luis Baltar.
Todo ello fue destacado por la mañana en la presentación de la publicación, en la institución provincial. Por la tarde, familiares y amigos de José Puga Alonso, entre ellos varios políticos, participaron en el entrañable acto de presentación del libro que se desarrolló en el Museo Etnolóxico de Ribadavia. En este establecimiento depositó el corresponsal de este diario sus crónicas originales, escritas a máquina. La directora del museo, Covadonga López, agradeció a la familia este depósito que, según indicó, está a disposición de quien quiera verlo y examinarlo.
Maribel Outeiriño, que mostró el libro, ahora a los ribadavienses, destacó que lo hacía ante todos aquellos que mejor conocían al que fue cronista de la villa. No sé como lo hacía, pero sin faltar a la realidad, con seguía introducir la creatividad en sus trabajos, señalaba la periodista.
Las anécdotas sobre su ingenio, bondad y sobre su capacidad para fabular surgieron enseguida entre los asistentes. Su compañero de trabajo, Lalo Pavón, rememoraba algunas de las crónicas más curiosas de Ribadavia y comarca pero sobre todo destacaba que ríase de si mesmo, era o mellor antídoto que utilizaba para defenderse de actitudes xeradas polas súas críticas, apuntó. El presidente de Amigos do Museo Etnolóxico, Juan Bande, y el director del colegio, fueron también impulsores de este libro y en el acto también reclamaron la dedicatoria de una calle al periodista.
Este diario regalará un ejemplar a cada lector de la comarca de O Ribeiro el domingo, con el periódico.
Baltar destaca la beleza literaria de sus artículos
Maribel Outeiriño desveló por la mañana alguno de los secretos del taller periodístico de Alonso (como todo el mundo le conocía en Ribadavia), y evocó tanto la figura del corresponsal como de la persona que había detrás de él y que conoció en la redacción del periódico, cuando le cogíamos las crónicas por teléfono, bien leídas o escribiéndolas sobre la marcha.
Además de ser buena persona, tenía una argucia para evitar la censura: contar lo que veía, sin adjetivos y con una gran dosis de bondad, que le permitía ser crítico sin molestar a nadie, recalcó Outeiriño. Así, la crónicas que fue escribiendo durante 29 años destilaron siembre bondad.
Precisamente, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, incidió también sobre esta característica de la personalidad de José Puga Alonso -foi toda unha una institución en Ribadavia, dijo- y confesó además su admiración por a belleza literaria de sus artículos, escritos desde una crítica elegante e desenfadada. Así, as súas palabras falaban da súa vila pero tamén dos seus veciños, e falaba deles co amor que sempre lle profesou a su tierra, subrayó Baltar.
3 Tenía todas la cualidades del buen periodista: era un hombre curioso, con una memoria fantástica, un gran cariño a su pueblo y con un gran sentido del humor , destacó ayer la periodista, Maribel Outeiriño, durante la presentación del libro de La Región junto al presidente de la Diputación, José Luis Baltar.
Todo ello fue destacado por la mañana en la presentación de la publicación, en la institución provincial. Por la tarde, familiares y amigos de José Puga Alonso, entre ellos varios políticos, participaron en el entrañable acto de presentación del libro que se desarrolló en el Museo Etnolóxico de Ribadavia. En este establecimiento depositó el corresponsal de este diario sus crónicas originales, escritas a máquina. La directora del museo, Covadonga López, agradeció a la familia este depósito que, según indicó, está a disposición de quien quiera verlo y examinarlo.
Maribel Outeiriño, que mostró el libro, ahora a los ribadavienses, destacó que lo hacía ante todos aquellos que mejor conocían al que fue cronista de la villa. No sé como lo hacía, pero sin faltar a la realidad, con seguía introducir la creatividad en sus trabajos, señalaba la periodista.
Las anécdotas sobre su ingenio, bondad y sobre su capacidad para fabular surgieron enseguida entre los asistentes. Su compañero de trabajo, Lalo Pavón, rememoraba algunas de las crónicas más curiosas de Ribadavia y comarca pero sobre todo destacaba que ríase de si mesmo, era o mellor antídoto que utilizaba para defenderse de actitudes xeradas polas súas críticas, apuntó. El presidente de Amigos do Museo Etnolóxico, Juan Bande, y el director del colegio, fueron también impulsores de este libro y en el acto también reclamaron la dedicatoria de una calle al periodista.
Este diario regalará un ejemplar a cada lector de la comarca de O Ribeiro el domingo, con el periódico.
Baltar destaca la beleza literaria de sus artículos
Maribel Outeiriño desveló por la mañana alguno de los secretos del taller periodístico de Alonso (como todo el mundo le conocía en Ribadavia), y evocó tanto la figura del corresponsal como de la persona que había detrás de él y que conoció en la redacción del periódico, cuando le cogíamos las crónicas por teléfono, bien leídas o escribiéndolas sobre la marcha.
Además de ser buena persona, tenía una argucia para evitar la censura: contar lo que veía, sin adjetivos y con una gran dosis de bondad, que le permitía ser crítico sin molestar a nadie, recalcó Outeiriño. Así, la crónicas que fue escribiendo durante 29 años destilaron siembre bondad.
Precisamente, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, incidió también sobre esta característica de la personalidad de José Puga Alonso -foi toda unha una institución en Ribadavia, dijo- y confesó además su admiración por a belleza literaria de sus artículos, escritos desde una crítica elegante e desenfadada. Así, as súas palabras falaban da súa vila pero tamén dos seus veciños, e falaba deles co amor que sempre lle profesou a su tierra, subrayó Baltar.
