Luis B.S, vecino de Ribadavia de 53 años, se enfrenta a una pena de nueve meses de prisión y 20 días de multa a 12 euros diarios por un presunto delito de exhibicionismo sexual a menores y dos faltas de vejación injusta. Los hechos se produjeron en 2007 en un cíber de Ribadavia.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense dejó ayer visto para sentencia el juicio contra Luis B.S, un ribadaviense de 53 años acusado de un presunto delito de exhibicionismo sexual y dos faltas de vejación injusta a menores. El Ministerio Fiscal solicita una pena de nueve meses de prisión y una multa de 20 días a 12 euros diarios.
Durante la vista oral el fiscal puso de manifiesto los hechos por los que acusa a Luis B.S. Según la acusación pública, el 5 de enero de 2007 el acusado, que trabajaba en aquel entonces como empleado en el Cíber Centro Ribadavia, situado en la calle Progreso de la villa, se acercó a un menor de 12 años y lo invitó a que se acercase al ordenador principal del local, donde le mostró, sin consentimiento ni conocimiento previo del menor, imágenes de personas desnudas.
En fechas cercanas (no se pudo precisar con exactitud), en el mismo cíber el acusado comenzó a molestar presuntamente a dos menores de 14 años, haciéndoles comentarios groseros: a una de ellas le pidió que se bajara un poco más los pantalones para así ligar con un cliente amigo -según la acusación del fiscal- y a la otra la invitó presuntamente a que lo acompañara al baño para masturbarse. Como consecuencia de estos hechos, los menores no han sufrido daños psicológicos, según el fiscal.
Durante la vista oral el fiscal puso de manifiesto los hechos por los que acusa a Luis B.S. Según la acusación pública, el 5 de enero de 2007 el acusado, que trabajaba en aquel entonces como empleado en el Cíber Centro Ribadavia, situado en la calle Progreso de la villa, se acercó a un menor de 12 años y lo invitó a que se acercase al ordenador principal del local, donde le mostró, sin consentimiento ni conocimiento previo del menor, imágenes de personas desnudas.
En fechas cercanas (no se pudo precisar con exactitud), en el mismo cíber el acusado comenzó a molestar presuntamente a dos menores de 14 años, haciéndoles comentarios groseros: a una de ellas le pidió que se bajara un poco más los pantalones para así ligar con un cliente amigo -según la acusación del fiscal- y a la otra la invitó presuntamente a que lo acompañara al baño para masturbarse. Como consecuencia de estos hechos, los menores no han sufrido daños psicológicos, según el fiscal.
