Un proyecto europeo permite controlar los viñedos y la vida del producto hasta llegar al consumidor

El sector vinícola innova con sistemas de radiofrecuencia

Distribución de áreas municipales en Ribadavia (Foto: M.Estevez)
Conocer al detalle los parámetros ambientales y biológicos de los viñedos para poder elaborar modelos de predicción de plagas específicos para cada plantación, así como desarrollar nuevos sistemas de control para que el consumidor pueda conocer todas las etapas de la vida de una botella de vino, constituyen las líneas de investigación de un proyecto de cooperación europea en el que participa Vitivinícola do Ribeiro, en colaboración con el grupo de sistemas de radio de la Universidad de Vigo.
Se trata del programa 'From farm to fork' (De la granja al tenedor'), cuyo fin es aplicar sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID) para mejorar la producción y distribución alimentaria, de cara a la implantación de una futura red de control de los alimentos. Para ello, se están realizando pruebas piloto entre empresas y centros tecnológicos europeos.

La investigación que se realiza en Ourense fue presentada ayer por el subdirector de la Escuela de Telecomunicaciones de Vigo, Ínigo Cuiñas, y el gerente de Vitivinícola do Ribeiro, Argimiro Levoso. Según indicaron, la primera fase del proyecto consistió en la implantación en los viñedos de una red inalámbrica de sensores (WSN), que controlan la humedad y temperatura tanto del suelo como del ambiente, el contenido de agua del terreno o la radiación solar, además de fenómenos como lluvias o viento. La red está operativa desde finales de noviembre de 2010, y recoge datos cada 15 minutos. La información obtenida permite desarrollar modelos de predicción de plagas adaptados a las características específicas de cada viñedo. Los sensores desarrollados son de bajo coste y eficientes energéticamente (funcionan con placas solares), lo que permite instalar muchos puntos de control, lo que ofrece la ventaja de poder obtener información específica para cada zona, teniendo en cuenta que Galicia cuenta con microclimas muy variables que provocan que los parámetros ambientales sean muy diferentes incluso en parcelas próximas. De este modo, se pueden conocer al detalle las circunstancias previas al desarrollo de una plaga para poder combatirlas. Además, al viticultor le facilita conocer los tratamientos más adecuados para cada zona, con el consiguiente ahorro económico y reducción de impacto ambiental, según indicó Levoso.

Mientras, en la bodega se está implantando el sistema de identificación por radiofrecuencia (RFID) para la trazabilidad, es decir, el control del producto desde el origen hasta la llegada al consumidor, incluyendo todo tipo de datos, de su origen, procesado, transporte y almacenamiento. Este proceso ya se aplica para garantizar el control alimentario, si bien se trata de información de carácter interno, que no llega al consumidor, con este sistema 'será público', según indicó Íñigo Cuiñas. Así, el producto final -en este caso, las botellas de vino- dispondrá de una etiqueta que, a través del teléfono móvil del usuario, ofrecerá toda la información sobre su vida.


ENCUENTRO

El proyecto 'From farm to fork' se desarrollará durante un periodo de dos años, en los que los participantes mantendrán diversas reuniones para poner en común sus trabajos. De hecho, está previsto que se desarrolle un encuentro del comité de gestión del proyecto en Ourense, entre los días 6 y 7 del próximo mes de septiembre.

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