El pasado martes comenzaban en la localidad de A Quinza los trabajos de limpieza en las márgenes de los ríos Avia, Miño, Cerves y Outeiro a cargo de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. Los trabajos se paralizaron temporalmente debido a las protestas de un grupo de personas por la tala de árboles que se estaba llevando a cabo, aunque con la intención de proseguir en otras zonas con la ejecución del proyecto en días sucesivos.
El concejal de Obras y Servicios Públicos, Manuel Vázquez, aclara que únicamente se procede a la tala de aquellas especies que no son propias de las riberas como chopos y plataneros, y con vistas a repoblar con árboles característicos de los ríos en el próximo otoño.
Asegura el concejal que se pararon los trabajos para "evitar un conflicto", pero que cuentan con la autorización de la Jefatura de Medio Ambiente de la Xunta, del Seprona y de la propia Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, que adjudicó su ejecución a Tragsa.
Desde el grupo municipal del BNG señalan que los trabajos realizados en A Quinza resultaron ser "unha masiva e indiscriminada corta de árbores da ribeira do Avia, sobre a que a propia veciñanza non da crédito" y solicitan que los trabajos se centren en la recuperación de las riberas de los ríos, retirando desechos, maleza y árboles secas, repoblando allí en donde sea necesario.
Además, los nacionalistas subrayan que se enteraron de la realización de estos trabajos a través de los medios y redes de información, sin que pudiesen antes valorar estos y hacer propuestas desde su grupo. El BNG recuerda que la tala de árboles en las riberas de los ríos está "extremadamente regulada polo seu valor ambiental" y por ese motivo, añaden que acaban de solicitar en el Concello de Ribadavia el proyecto de intervención, al mismo tiempo que piden que se pare la tala de los árboles.
