La gala final del OUFF entregó los premios a los ganadores de las dos competiciones oficiales. Los agradecimientos apuntaron al director del festival, que terminó con la proyección de "Pedro Páramo", de Carlos Velo.
El asturiano lo logró. Siempre en segundo plano, pero en escena. Fran Gayo, el director del OUFF y su equipo, cerraron ayer una gala sin adornos. La edición de este año estaba "de estreno", con muchos desafíos: salir de la ciudad y programar actividades en el resto de la provincia, dar un espacio merecido al Cineclube Padre Feijóo, conectar con la cinematografía iberoamericana y situar en el mapa audiovisual a los jóvenes del Novo Cinema Galego. En definitiva, traer buen cine a Ourense.
Y lo consiguieron, o al menos esa fue la sensación de los espectadores que asistieron ayer a la gala de clausura y de los que acudieron a ver películas estos días. Menos paseos en el photocall, menos trajes para la ocasión. Lo importante ya pasó, pero había que cerrar una etapa y premiar lo ocurrido: óperas primas y cine iberoamericano que llegó en primicia a Ourense.
Directores del otro lado del charco que se van enamorados de Auria, como Andrew Becker y Daniel Mehrer, los creadores de "Santoalla". Para ellos fue uno de los primeros recuerdos de la noche, y también para Adrián, el traductor que los llevó por todas las calles de la ciudad y los acercó al público ourensano.
Los espectadores recibieron el siguiente homenaje, con un vídeo en el que había pocas palomitas y mucho cine. La película que más gustó, o eso dicen las urnas, fue "Notes of blindness", de Peter Middleton & James Spinney. Se llevó el premio del público y el aplauso más intenso.
Solo dos premiados acudieron a la gala. María Aparicio, que a sus 24 años logró un sueño produciendo su primera película, "Las calles", que se llevó una mención especial. "Vamos a guardar siempre en el corazón a este festival", decía la argentina. El momento divertido de la gala lo protagonizó uno de los actores, Juan Lugo Quebrada, que enviaba un video de agradecimiento: "Me dijeron que gané un premio por allá, espero que no sea una broma". El resto de ganadores siguió el protocolo de los vídeos, lamentando no estar en Ourense y alabando la labor de Fran Gayo.
Y antes del gran galardón, los voluntarios se llevaron su merecido homenaje. Siempre con una sonrisa trabajando por el festival, ya forman parte del alma del OUFF. "Qué bonito", se escuchaba en las últimas filas. Y por fin, Ignacio Agüero subía al escenario para recoger el premio a la mejor película de la competición iberoamericana. "Fran ha hecho un festival de lujo", decía el chileno. La afirmación más compartida para cerrar la gala, antes de la foto de familia. El director asturiano tampoco se colocó en el centro, miró a los lados, a su equipo, y sonrió. Al fin y al cabo, lo primero es ver películas, y las que nos trajo esta edición del OUFF merecieron la pena. "Pedro Páramo", de Carlos Velo, cerró el telón... hasta el año que viene.
