A una semana de vencer los plazos, algunos inquilinos y propietarios todavía apuran las negociaciones
Propietarios e inquilinos de locales comerciales de renta antigua apuran los últimos días de plazo para lograr un acuerdo y no tener que cesar en la actividad a partir del 1 de enero. Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Inmobiliarias (Fegein) cree que "la mayoría de los acuerdos se han hecho a lo largo del año" y que a estas alturas "lo que no se arregla ya no se arregla".
Sin embargo, aún quedan casos pendientes del reloj. Pilar Rodríguez, presidenta de los libreros de Galicia, ocupa un bajo en la calle Colón de la ciudad afectado por el fin de la renta antigua y confirmó ayer que "aún siguen las negociaciones abiertas" con la propiedad del establecimiento, que necesariamente tendrán que culminar antes del 31, fecha límite. No es el único caso en el que todavía están abiertas las negociaciones ya que en la zona de la avenida de Buenos Aires hay algunos casos aún por cerrar.
En el primer trimestre del año Fegein realizó un estudio en el que detectaron 300 actividades económicas en la provincia afectadas por el fin de los contratos de renta antigua, de los que un 70% se producen en la provincia y el 30% restante se localizan en la ciudad. A mediados de año el cálculo de los empresarios del sector precisaba que entre el 25% y el 35% de todos los negocios afectados "iban a cesar en la actividad y ese dato se está cumpliendo", subraya Iglesias.
EL RURAL
La mayoría de los casos que han salido a la luz son de comercios que se ubican en la ciudad, edificios antiguos de la zona centro o de la parte histórica. Sin embargo, como recalca el representante de Fegein, "gran parte son establecimientos de lugares como Ribadavia, Carballiño o Celanova, la ferretería de toda la vida u otras tiendas, que ahora se ven afectadas".
Como es obvio, los acuerdos han supuesto la firma de nuevos contratos de alquiler entre inquilino y propietarios con la correspondiente negociación al alza de los precios. En todo caso, en el sector se interpreta que las subidas han sido moderadas en muchos casos porque el momento económico actual no permite incrementos excesivos ante el riesgo de abandono de la actividad.
