El gerente de Sanitarios Castro destaca la importancia de formar a la población en el uso del equipo
El restaurante A Palleira, en avenida de Buenos Aires número 96, se ha convertido en el primer establecimiento del sector en estar cardioprotegido en la provincia de Ourense y el segundo en toda Galicia. El kit de rescate cardiaco de Sanitarios Castro está instalado en el local "desde el pasado mes de enero", según apunta Carlos Doval, dueño del establecimiento. Añade que se le ocurrió la idea "porque hará algo más de un año tuve un problema de corazón debido a un proceso vírico y pensé que sería un servicio más para nuestros clientes".
Según subraya, todo el personal del establecimiento está perfectamente formado en el uso de los Equipos de Desfibrilación Externa Semiautomática (DESA) "y cualquier vecino o persona que lo precise, puede contar con él". De hecho lamenta que "hace algo más de un año, el dueño del restaurante La Mina, que está aquí al lado, sufrió un infarto y murió. Un fallo cardiaco puede surgir en cualquier momento y la rapidez en la actuación es un aspecto vital en estos casos".
Jesús Castro, gerente de Sanitarios Castro, recuerda que "se producen 30.000 muertes al año en España por paro cardiaco o infarto agudo de miocardio, de los cuales el 85% serían evitables si hay un desfibrilador al alcance y personal formado adecuadamente para poder manejarlo y realizar una intervención rápida".
En este sentido, destaca que en la provincia de Ourense, "tan sólo un 5% de la población es capaz de usar adecuadamente este tipo de dispositivos", tan vitales a la hora de frenar posibles procesos cardiovasculares mortales. Precisamente por esta razón alaba iniciativas como la de la Diputación provincial, "que mañana –por hoy– mismo ofrece una jornada de puertas abiertas en el Valcárcel para informar y formar sobre el uso de este material", señala Castro.
Añade que en España hay unas tasas de supervivencia muy bajas en caso de que una persona sufra un ataque cardiaco en comparación con otros países europeos. En concreto subrayó que "si en nuestro país estamos en una tasa de supervivencia de en torno al 4%", en otros países de nuestro entorno, como puede ser Dinamarca, los países escandinavos o Estados Unidos, "las tasas de supervivencia se sitúan en un 40%". La clave para Castro está "en tener unos conocimientos y formación específica para el uso de desfibriladores".
Apunta la necesidad, por otra parte, de que la Xunta promueva "como ya se está haciendo en otras comunidades autónomas", la obligatoriedad de instalar este tipo de dispositivos en áreas públicas, "así como ofrecer ayudas a pequeñas y medianas empresas para que también puedan contar con este servicio", ya que reconoce que el coste, para empresas pequeñas, puede resultar excesivo.
En este sentido, destacó la iniciativa puesta en marcha por la Diputación con su programa de cooperación para el "cofinanciamiento con los concellos de menos de 20.000 habitantes para la adquisición de desfibriladores" para su instalación en los espacios de mayor afluencia de público.
