Absuelta una ourensana de apalear a su marido demente al acostarlo

juzgados de Ourense
La alarma la dio la nuera de la acusada pero la jueza recuerda que mantienen una pésima relación

Amparo G.G. se enfrentó a una petición de condena de hasta cuatro años de prisión por supuestamente maltratar a su marido, enfermo de alzhéimer. Su nuera había dado la voz de alarma, lo que sirvió de base a la fiscalía para sustentar la acusación, en la que se pedía que no volviera acercarse a su esposo en el plazo de tres años. Pero la jueza del Penal 1 no encontró pruebas para condenar a la cuidadora de la supuesta víctima por hasta tres delitos de maltrato físico en el ámbito de la violencia doméstica. 

La Fiscalía sostenía que la inculpada mantenía comportamientos ultrajantes y humillantes hacia su marido y que incluso le pegaba con un palo, tanto en casa como en la calle, en el momento en el que debido al confinamiento de la pandemia se trasladaron a vivir a Cartelle, en compañía de su hijo. Estos delitos los fechaba en abril de 2020 y el verano del año  2021. 

La causa comenzó cuando la pareja sentimental del hijo de la imputada llamó a una confederación de personas mayores radicada en Sevilla. Aseguraba que Amparo maltrataba a su marido. Esta alerta activó un protocolo que movilizó a los agentes de la Guardia Civil, quienes se presentaron en la casa de forma sorpresiva. Allí no presenciaron nada anómalo, pero una persona que estaba cuidando al marido les indicó que había presenciado los malos tratos, aunque no podía hablar en ese momento. Una tercera testigo se pronunció en los mismos términos.  Pero ya en sede judicial, recuerda la jueza, “las referidas testigos proporcionan un relato de hechos no coincidente con lo expuesto inicialmente y que nuevamente se vio modificado en el juicio”. La nuera incurrió en varias contradicciones y, además, según la magistrada, no puede ser tenida en cuenta por “las malas relaciones que mantiene con la acusada”, ya que le reprocha que tiene a su hijo anulado y que a ella le trata mal. El día de la vista oral el propio hijo aseguró que la relación entre ambas era inexistente y que su novia llevaba mucho tiempo sin entrar en casa de sus padres.

El testimonio de la empleada doméstica también ofrece dudas para la juzgadora. En instrucción aseguro que vio a la acusada golpear al marido con un palo hasta en tres ocasiones para que se fuera a la cama. En el juicio, mencionó una única vez.

El fallo tiene en consideración de tres familiares que mantenían contacto frecuente con el matrimonio y “sostuvieron de forma rotunda y sin titubeos que nunca presenciaron ni escucharon entre los vecinos que la acusada agrediese a su marido. Admitieron que a veces había que forzarlo porque se niega a hacer lo que se le indica.

La jueza valora con “cautela” la declaración en fase de instrucción del perjudicado por la demencia que sufre. Relató que Amparo se portaba bien con él y, a reglón seguido, que le daba con el palo.

Una situación de difícil manejo

Y ante la ausencia de corroboraciones periféricas, la jueza destaca que no ha podido alcanzar el convencimiento necesario para el dictado de una sentencia condenatoria por los dos delitos de maltrato físico. Tampoco halló pruebas para acreditar el maltrato habitual.  

La juzgadora advierte que Amparo es la persona que se encarga de todos los cuidados y atenciones que precisa su marido. “En ese contexto y sin que ello suponga ninguna justificación al respecto, podría la acusada grita a su esposo o incluso en un momento puntual proferir contra su esposo algún insulto (…), y fruto, probablemente de la ausencia de herramientas para gestionar una situación tan complicada”.

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