Tribunales

Absueltos de la muerte de cuatro gallinas en Nogueira

La jueza del Penal 2 asegura que "no hay prueba concluyente  de que cuatro gallinas murieran por desnutrición y abandono". Por esta razón, optó por absolver a Enrique F.R. y a su hijo Iago F.A. de un delito de maltrato animal del que habían sido acusado por el fiscal. La ponente recuerda, además, que la perra y los conejos que estaban en una vivienda de Casdosteo, en Nogueira de Ramuín, de cuyo cuidado se ocupaban los acusados, se encontraban en buen estado.

El caso, que se sustenta en un atestado de la Guardia Civil tras una llamada de un vecino que alertaba de animales mal cuidados, fue juzgado la pasada semana y la acusación pública reclamaba hasta 18 meses de prisión. La sentencia recoge que no se pudo demostrar que los acusados hubieran maltratado injustificadamente a los animales que tenían en su finca. Hasta resalta que "la perra que tenían su cargo se encontraba en perfectas condiciones cuando fue llevada al Centro de Recogida de Animales gestionado por Progape el 8 de febrero de 2019, es decir, un día después de personarse la Guardia Civil en la finca de los acusados ante la llamada de un vecino".

Respecto a las gallinas, lo único incontrovertido, recuerda la jueza,  es que estaban muertas cuando los agentes se personaron en la finca "pero no la causa de la muerte". La jueza recuerda, tal como dijeron las letradas de los inculpados, que  puede descartarse que murieran por la acción de un animal salvaje o cualquier otra circunstancia que determinó que se produjese su muerte. Resta importancia a que los agentes no apreciaran alimento en los comederos. Examinaron el lugar desde un camino público y no queda excluida la versión del hijo: iba a darles de comer cada dos o tres días. "No se concibe que estén bien alimentados los conejos y la perra -los agentes hicieron constar en el atestado que había una gran cantidad de comida en el suelo donde estaban los conejos- y, sin embargo, que las gallinas lleguen a morir de desnutrición".

La magistrada recuerda también que el testimonio del comunicante debe ser acogido con cautela: mantiene una mala relación con Enrique  y no ofreció datos contundentes sobre la desnutrición de la que alertó. 

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