Ricardo Rodríguez Fernández aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal 2 de Ourense una condena de tres años y medio de cárcel tras confesarse autor de un robo de 14.200 euros a punta de pistola ocurrido el 28 de diciembre de 2007 en una entidad bancaria ubicada en la calle número cuatro del polígono industrial de San Cibrao.
Fue ese día cuando, según reconoció el encausado ante el juez, entró con la cara descubierta y armado con el revólver en la citada oficina -de la antigua Caixanova- y, tras encañonar a un empleado de banca, pudo apropiarse del dinero.
El suceso ocurrió al filo de las dos de la tarde, cuando se hallaban en el interior de la entidad bancaria tres empleados: un cajero, otro trabajador y el director de la sucursal. Rodríguez Fernández, con antecedentes de robo con violencia, apuntó al primero de ellos con el arma nada más acceder a las dependencias de la oficina, al tiempo que le decía: 'Dame el dinero que estoy muy nervioso'. No hizo falta.
El encausado cogió él mismo un fajo de billetes que había sobre una mesa (contenía la citada suma económica) y, acto seguido, se dio a la fuga.
El representante de la Fiscalía, que reclamaba inicialmente para el procesado una pena de cinco años de cárcel, rebajó su petición de pena por estos hechos en un año y medio gracias a la confesión del acusado y al acuerdo de conformidad al que llegaron ayer las partes personadas en el proceso judicial.
El suceso ocurrió al filo de las dos de la tarde, cuando se hallaban en el interior de la entidad bancaria tres empleados: un cajero, otro trabajador y el director de la sucursal. Rodríguez Fernández, con antecedentes de robo con violencia, apuntó al primero de ellos con el arma nada más acceder a las dependencias de la oficina, al tiempo que le decía: 'Dame el dinero que estoy muy nervioso'. No hizo falta.
El encausado cogió él mismo un fajo de billetes que había sobre una mesa (contenía la citada suma económica) y, acto seguido, se dio a la fuga.
El representante de la Fiscalía, que reclamaba inicialmente para el procesado una pena de cinco años de cárcel, rebajó su petición de pena por estos hechos en un año y medio gracias a la confesión del acusado y al acuerdo de conformidad al que llegaron ayer las partes personadas en el proceso judicial.
