La madre quiere saber si se cometió alguna imprudencia en la custodia

Acude al juez para que aclare la muerte de su hijo en un centro de menores

La madre de un menor muerto en el centro Monteledo, en donde estaba ingresado por haber agredido a su progenitora, quiere conocer todas las circunstancias que rodearon al trágico suceso acaecido el 22 de febrero del pasado año cuando el chico, de 16 años, se quitó la vida en su propia habitación, ahorcándose con unas sábanas.
La familia de la víctima optó por poner el caso en manos de la Justicia para aclarar las circunstancias que rodearon la muerte y si de ellas se deriva algún tipo de responsabilidad penal por negligencia o imprudencia en la custodia del menor. A su entender, debería haberse tomado declaración a los educadores y guardias de seguridad, así como al tutor del adolescente.

La Audiencia provincial tendrá la última palabra a la hora de decidir si se continúa tramitando la denuncia, a raíz de la decisión del Juzgado de Instrucción 1, cuyo titular no considerara pertinente ninguna diligencia de investigación porque, según el juez, 'no existe el más mínimo indicio que haga pensar que un tercero pueda haber sido responsable de la muerte de forma dolosa o imprudente'.

Ahora bien, la familia considera que el menor no tenía que haber quedado solo en su cuarto en tanto que ese mismo día fue aislado por los educadores por su mal comportamiento. Según parece, el joven había estado hablando con su novia por teléfono poco antes y esta le comunicó la intención de romper la relación, lo que hizo que el chico, muy nervioso, comenzase a arrojar cosas al suelo.

El letrado de la madre asegura que 'no tratamento de menores conflictivos, con problemas, a Xunta ten unha serie de protocolos de actuación, de xeito que cando un neno sufre unha situación de nervios ou de conflictos, o protocolo indica que debe estar sempre acompañado dun coidador'.

El niño aprovechó la hora de descanso, entre las 15,00 y las 16,00 horas, para quitarse la vida. No obstante, según el centro, entró con normalidad y nada hacía sospechar su posterior conducta.

El centro de reeducación Monteledo pertenece a la Xunta pero está gestionado por la Fundación Camiña Social. En esa residencia están los jóvenes en situación de conflictividad social sujetos a medidas judiciales de internamiento ya que por ser menores no pueden estar en un centro penitenciario ordinario. La víctima de este caso había ingresado pocos días antes del fatídico desenlace, el 6 de febrero, tras agredir a su madre.

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