El bloqueo de la parcela de El Corte Inglés en la Finca Santamarina podría tener los días contados. Un acuerdo firmado el pasado domingo entre Flager y los tres reversionistas que reclamaban derechos sobre la finca permitirá levantar las anotaciones registrales que pesan sobre ella y que, según Flager, era el obstáculo para la implantación de El Corte Inglés en la ciudad. De esta forma quedaría el camino libre a la empresa madrileña para desarrollar su proyecto en Ourense.
El acuerdo entre las partes comenzó a fraguarse hace ya varias semanas con encuentros impulsados inicialmente desde el Concello. Según las partes, el documento establece que Flager comprará a los reversionistas -por una cifra que ninguno de los implicados quiere desvelar- los derechos que tienen sobre su parcela en Mariñamansa y ellos retirarán los pleitos, en una operación que está condicionada en todo momento por la implantación de El Corte Inglés. Si la empresa madrileña no ejecutase su proyecto, la compra de los derechos no se realizaría y los reversionistas continuarían adelante con los pleitos judiciales, de los que se derivan las anotaciones preventivas en el Registro de la Propiedad.
El acuerdo fija, además, un plazo hasta enero de 2011 para que el acuerdo se materialice. Así las cosas, ahora es El Corte Inglés el que tiene la última palabra.
El acuerdo fija, además, un plazo hasta enero de 2011 para que el acuerdo se materialice. Así las cosas, ahora es El Corte Inglés el que tiene la última palabra.