El perjudicado incluso tuvo que pedir al juez una orden de alejamiento y comunicación
Elena B.F., de 37 años, está acusada por la fiscal y su exmarido de coaccionar a este último con cientos de mensajes de WhatsApp, de los que incluso quedó constancia en un acta notarial.
El perjudicado incluso tuvo que pedir al juez una orden de alejamiento y comunicación, concedida el 6 de marzo de 2015. Según sostiene, la inculpada no aceptó de buen grado el divorcio en 2013.
En el juicio, que se celebró ayer en el Penal 2, la fiscal aludió a los mensajes que provocaban desasosiego e intranquilidad en el exmarido. El 9 de diciembre de 2014, por ejemplo, figura uno en el que aparece un fotografia con un cuchillo sobre sus venas y un texto: "Estoy a punto de cortarme las venas, dime un motivo por el que no hacerlo ahora mismo". En los escritos, según la acusación pública, también figuraban insultos o la exigencia de más dinero.
Asegura la fiscal que la inculpada en noviembre de 2014 envió un total de 278 mensajes o en diciembre de ese mismo año, 397 (solo el día 4 de ese mes figuran 150). En enero y febrero de 2015 también hubo más.
La defensa restó importancia a esta conducta porque, según su versión, en los mensajes no figuran coacciones ni amenazas. La mayoría, según dijo, eran textos alusivos a las hijas menores de la pareja y atribuye a la forma de escribir de la encausada el elevado número: "Necesitaba seis o siete mensajes para escribir una sola frase", dijo. Los hechos, a tenor de esta versión, no serían delictivos. Subsidiariamente, planteó una falta de coacciones.
La fiscal reclamó una pena de 19 meses multa, a razón de seis euros al día, y una prohibición de acercamiento (a 150 metros) y comunicación durante tres años.
