El fiscal acusó ayer a J.V.C. de un delito de malos tratos y amenazas a su expareja. El inculpado, que solo contestó a preguntas de su abogado, niega las imputaciones que se juzgaron en el Penal 1.
La denunciante asegura que el investigado no aceptó de buen agrado la ruptura de la relación y que su expareja no tardó ni un día en contraatacar. Así, a tenor de esa versión, el representante del Ministerio Público aseguró ayer que el inculpado, el 16 de junio del pasado año, coincidió con la perjudicada en la avenida de As Caldas, en el barrio de A Ponte, cuando la mujer salía de un establecimiento hostelero. Según esa versión, que no admitió el acusado, le llamó “puta” y, además, añade el fiscal, “con ánimo de causarle intranquilidad manifestó que iba a subir fotos y vídeos de ella desnuda a las redes sociales. La denunciante sostuvo que la intención era perjudicarla para que no saliera de casa por la vergüenza que iba a pasar”. El supuesto vídeo no figura en la causa por lo que, según la defensa, no puede darse por válida esa amenaza.
Asimismo, la denunciante relata que en un día no concretado del verano de 2020 el inculpado la maltrató cuando se encontraba en su propia casa. Según el Ministerio Fiscal, “el acusado discutió con la denunciante, la escupió en la cara, le propinó un empujón, la cogió del pelo y la arrojó al suelo, dándole una patada en el estómago”.
La petición de condena por el maltrato es de nueve meses y un día, prohibición a la tenencia y porte de armas por espacio de dos años y un día, la prohibición de aproximarse y comunicar con la expareja, pero también añade otros nueve meses por el delito de amenazas.
