Las malas relaciones de las dos madres de un menor tras la ruptura de su matrimonio desembocó en un conflicto con dos derivadas: una civil para dirimir los derechos de ambas sobre la niña de corta edad y una penal, a raíz de la denuncia interpuesta por una de ellas. El Juzgado Penal 1 acogió ayer la vista oral por una tentativa de coacciones y un delito de lesiones.
Una de las progenitoras acusa a la otra y a su actual pareja: a la primera la acusa de presiones para que firmase un papel en el que reconociese la custodia compartida de la pequeña mientras que imputa al novio un empujón por la escalera cuando se presentó en la casa de la pareja, el 16 de junio de 2002, en tanto que llevaba días si saber de su hija, ya que no le fue entregada al ir a recogerla. Los inculpados Rosa C.G. y Edgar G.D.L. lo niegan. Según sostuvieron en el juicio, la denunciante juega al fútbol y sus lesiones encajan con la práctica de ese deporte.
La fiscal no aprecia coacciones y no acusó por las lesiones al entender que son de escasa entidad y debían haberse dirimido como delito leve en el juzgado de instrucción. La acusación particular reclamó una pena de tres meses de cárcel para cada uno de los investigados. A una por las coacciones y su pareja por las lesiones. En cuanto a la indemnización, reclama 1.650 euros.
