Acusa en Ourense a su exmujer de acoso: "Nos envía fotos de bebés con cara de perro"

El abogado de la acusada, durante el juicio.
photo_camera El abogado de la acusada, durante el juicio.
La acusación dice que lo hace “por maldad y no por enfermedad”

Un matrimonio acusa a Zorel A. de un delito de acoso (hostigamiento grave) en el contexto de una relación rota y con poso de rencor. La inculpada es la exmujer de la supuesta víctima, que volvió a casarse y tiene una hija de corta edad de esa nueva relación.

La acusada negó las llamadas y correos electrónicos ofensivos remitidos a la actual esposa de su exmarido. El letrado de la defensa argumentó que este procedimiento solo se abrió por unos estados de WhatsApp, con fecha de agosto de 2019, con comentarios en los que los denunciantes se daban por aludidos. “No se puede acusar por acoso al que busca el acoso”, aseguró, en referencia en que para acceder a los estados de Whatsapp hay que tener el teléfono de la persona que los publica y consultarlos. En esos estados, aparecen insultos pero sin nombrar a los denunciantes y alusiones ofensivas: “Mentes mediocres”; “encima de fea, zorra”, entre otros comentarios.

 El letrado enfatizó que “solo está acreditada una mala relación por ambas partes a raíz del divorcio”.

Los denunciantes, que testificaron en el Penal 2 ocultos tras una mampara, aseguraron que el acoso continúa a día de hoy.  “Recibimos bebés con caras de perro porque sabe que hemos tenido un hijo”, declaró el que fuera marido de la acusada. Su pareja confesó, a preguntas de su letrado -ejerce la acusación particular-, que el mismo “modus operandi” lo ha llevado a cabo con otras parejas tras las rupturas.

La perjudicada describió el estado de intranquilidad en el que vive porque “le tengo pavor”. De hecho, dice que a raíz de estos episodios tuvo que recibir asistencia psicológica y psiquiátrica. Incluso dice que le remitió un mensaje haciéndose pasar por su bebé de 10 meses, un hecho que le provoca mucho desasosiego.

La inculpada negó el acoso. “Desde el día en que descubrí que era la amante de mi exmarido me denuncia continuamente”, relató en la vista oral. 

El abogado de la acusación particular reclamó 18 meses de cárcel para la acusada así como 10.000 euros de indemnización por daños morales. “No es una enfermedad sino su maldad la que la lleva a actuar así”, puntualizó a la hora de desacreditar un informe médico aportado por la defensa en el trámite de cuestiones previas.

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