“Puta, zorra, eres peor que una colombiana. Eres una inútil y una mala madre; no sirves para nada”. Estas son las expresiones despectivas que, según el escrito de acusación, dirigía Diego M. M. a la que fue su pareja durante 17 años y madre de sus dos hijos. El investigado se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense, acusado por un delito de maltrato habitual desde el año 2014 hasta el mes de septiembre de 2018, cuando cesó la convivencia entre ambos.
Además, el enjuiciado “empujaba a la mujer durante las discusiones y le propinaba patadas, llegando a agarrarla del cuello. Estos episodios tenían lugar en el domicilio familiar, en presencia de los hijos menores de la pareja”, señala el fiscal.
El encausado negó los hechos y aseguró que la relación era “normal”, aunque reconoció que a partir de 2018 discutían por la separación y la custodia de los hijos. La víctima, que presenta sintomatología ansiosa, depresiva y postraumática, según el escrito de la Fiscalía, declaró protegida por un biombo y muy afectada. “Me lanzó contra un armario, me rompió un vaso en la mano y, cuando estaba embarazada, me tiró en el pasillo”. Así describió la mujer las agresiones físicas. “Me trataba de tonta, loca e inútil delante de los amigos y me decía que cuantas pollas había chupado en mi trabajo y que quién me iba a querer si era una muerta de hambre”, aseguró la denunciante.
“Yo quería salir de allí, pero no sabía cómo”, reconoció la mujer, que acudió al Centro de Información da Muller (CIM). La psicóloga de este centro declaró que la víctima tenía miedo a no ser creída y no quería denunciar, por lo que tuvo que remitir su informe a la Guardia Civil.
Entre los testigos, una prima de la perjudicada indicó que el acusado la avasallaba verbalmente y tenía conductas despectivas. “A ella le vi moratones en un brazo, pero no quiso contarme nada”, dijo. Una amiga de la pareja señaló que el denunciado llamaba a su pareja “subnormal, puta y loca” delante de los amigos y que un día les dijo que “lo único que quiero hacer al llegar a casa es tirarla por la ventana”.
La hermana del encausado, en cambio, declaró que la relación era “normal” y tachó a la víctima de “caprichosa”.
ORDEN DE ALEJAMIENTO
La Fiscalía solicita para Diego M. M. una condena de dos años de prisión, la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima a menos de 300 metros durante tres años y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y seis meses. El acusado, en ejercicio a su derecho a la última palabra, aseguró que se habían dicho muchas mentiras. El juicio quedó visto para sentencia.
