Por estos hechos, el fiscal reclama una pena de 18 meses de prisión ya que le aplica la agravante de abuso de confianza.
El fiscal acusó ayer a Paila Lucía T.A., de 43 años, de robar joyas en los dos domicilios en los que trabajaba como empleada de hogar en los años 2011 y 2012. Por estos hechos, reclama una pena de 18 meses de prisión ya que le aplica la agravante de abuso de confianza. En la misma vista, acusó a Humberto J.G. , de 44 años,de un delito de receptación porque, según sostiene la acusación pública, ayudó a la asistenta a deshacerse de algunas de las las joyas sustraídas a sabiendas de su procedencia ilegal.
La encausada se encargaba de la limpieza de dos pisos del número 9 de la calle Lagoas y, según dice el fiscal, se valió de la confianza depositada en ella, a lo largo del tiempo que duró la relación laboral, para sutraer alhajas. En un caso, por valor de 9.398 euros y en otro, 3.810 euros. Los acusados vendieron las joyas en distintos establecimientos de compro-oro de la ciudad.