El portugués Ilidio Magalhaes Ribeiro ingresó en prisión tras reconocer que participó en la muerte de Bernardino Pousa

El acusado de matar al chófer de Verín alega que 'perdió el control'

Ilidio Magalhaes Ribeiro, de 29 años, ya está en la prisión de Pereiro de Aguiar imputado en el asesinato ocurrido el pasado 11 de septiembre del conductor de Autocares Guerra de Verín, Bernardino Pousa Rodríguez, de 59 años.
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Verín decretaba su ingreso en la cárcel pasadas las ocho de la tarde después de interrogarlo durante más de hora y media, durante la que fue expuesto sobre una mesa todo el material (varios cuchillos, una hoz, barras de hierro, papeles y telas) que la Guardia Civil intervino en la cochera de la empresa -el escenario del crimen-, situada en la avenida de Portugal verinense.

Ilidio Magalhaes, según fuentes de la investigación, reconoció haber acabado con la vida del conductor, aunque fue durante un acto en el que había perdido el control de sí mismo.

Bernardino Pousa falleció degollado después de recibir varios golpes en la cabeza, posiblemente con una barra de hierro, que le fracturaron el cráneo. Su cadáver también presentaba una puñalada en el pecho.

El presunto sicario no recuerda lo que pasó en la cochera y, según las mismas fuentes, su testimonio está lleno de contradicciones, tanto a la hora de describir el crimen como su planificación y de quien recibió instrucciones.

Ilidio Magalhaes es adicto a las drogas y, según trascendió, percibió 7.500 euros de la familia del fallecido por acabar con su vida.

ASEGURA NO SABER DE QUIÉN RECIBIÓ LAS INSTRUCCIONES

Ilidio Magalhaes, natural de Chaves, fue detenido en la tarde del miércoles en Verín después de varios días de búsqueda. El novio de la hija del fallecido, Alberto Fernández, (está en prisión, junto con su compañera, Ángeles Pousa, y la esposa del conductor, María Dolores Álvarez) lo delató como autor material del crimen, tras contratarlo por encargo de María Dolores. El presunto sicario no precisó ayer, según fuentes de la investigación, qué persona lo contrató y le dio las instrucciones. La juez y el fiscal abandonaban a las 20,15 horas las instalaciones judiciales declinando ofrecer ningún tipo de detalle sobre el asesinato y el testimonio de los detenidos. La Guardia Civil mantiene la investigación abierta.

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