El ministerio público argumenta en su escrito que los seis urdieron un plan para acabar con la vida de una mujer
El tiroteo que protagonizaron clanes gitanos rivales a las 23,30 horas del 15 de mayo en el Complexo Hospitalario Universitario (CHUO) está previsto que sea juzgado entre el próximo 3 y 5 de abril en la Audiencia Provincial. El fiscal sentará en el banquillo a seis acusados, todos miembros de una familia, para los que pide penas que en total suman 63 años y seis meses de prisión.
El ministerio público los acusa de los delitos de dos intentos de homicidio, tenencia ilícita de armas y desórdenes públicos, por los pide 10 años de prisión para cada uno de ellos, exceptuando D. G.M., para el que insta, además de los 10 años, otros tres y seis meses por un delito de atentado. La acusación también reclama una multa de 3.650 euros para cada uno por un delito de daños.
El ministerio público argumenta en su escrito que los seis urdieron un plan para acabar con la vida de una mujer, que estaba ingresada en el centro hospitalario en avanzado estado de gestación. Según la acusación, también los asaltantes intentaban acabar con la vida de su compañero al no estar de acuerdo con la relación de la pareja. Llegaron al CHUO armados con escopetas y dispararon contra los cristales tras los que estaba la familia rival.
