El fin de la interinidad en el gobierno central, con la constitución del nuevo Ejecutivo y la toma de posesión de los nuevos ministros (entre ellos en el Ministerio de Fomento y también en el Adif) ha reactivado el trabajo administrativo en el AVE gallego. La semana pasada, con el anuncio de la licitación del cambiador de ancho de Pedralba de la Pradería se ha dado un paso. Esta decisión, con la aprobación del estudio informativo de la estación del AVE en Otero de Sanabria, entre Cernadilla y Pedralba de la Pradería vienen a sumar un nuevo eslabón.
Los nuevos trámites se suman también a las obras y actuaciones iniciadas a lo largo de este año 2016, que demorarán hasta el primer trimestre de 2018 la entrada en servicio del tramo de 107 kilómetros, que discurre entre Zamora y Pedralba de la Pradería, municipio de la misma provincia que queda a 120 kilómetros de la capital ourensana.
Aunque estas actuaciones confirman un retraso de más de un año en la inauguración de este tramo, el Adif no ha fijado un nuevo plan de acción, ni siquiera estimativo, para fijar en el calendario las fechas en las que podría llegar la alta velocidad, tanto a Pedralba de la Pradería como a Ourense.
Fuentes del Administrador de Infraestructuras (Adif) precisaron ayer que debe ser a partir de este momento el Ministerio de Fomento y sus responsables quienes establezcan un nuevo calendario de llegada de la alta velocidad ferroviaria a Galicia al hilo de los retrasos producidos en las obras y las licitaciones en el curso de los últimos trece meses. Será pues el nuevo equipo ministerial el que fije prioridades inversoras y nuevos plazos de llegada.
