Adolfo Dominguez ha dejado una parte de sus instalaciones en el polígono industrial de San Cibrao para hacer frente a una nueva realidad con ventas más ajustadas y un proceso productivo que trata de eliminar excedentes. Los carteles anunciando el alquiler son visibles en una zona en la que la textil concentraba parte de sus servicios centrales. La compañía ha reducido al mínimo los tiempos de almacén y el stock. Fuentes de la empresa indican que "el proyecto, que tiene por objetivo el just in time, se está implantando desde hace dos años, con necesidad de menos espacio de almacenes, menos naves y menor superficie de stockage".
Adolfo Domínguez ha ido prescindiendo en San Cibrao de naves alquiladas, pero aún mantiene la estructura de gestión de las prendas para sus 351 tiendas en 20 países de todo el mundo, junto con un centro logístico en México, su segundo mercado tras Europa.
La logística la concentra en una nave de más de 10.000 metros cuadrados tras trasladar una zona de almacenado de la que disponían en una nave ya en desuso.
En la actualidad, la firma distribuye su sede en tres naves del polígono, dos de ellas en propiedad y una alquilada situadas en las calles 3, 4 y 8. Fuentes de la empresa indican que "ha concentrado sus equipos en su nave central de la calle 4, que se ha remodelado para incluir una nueva tienda piloto y estudios de fotografía. La sede central de la compañía se extiende ahora por un total de 19.229 metros cuadrados.".
A la textil le quedan en Ourense áreas como diseño, comunicación, logística, gestión nacional e internacional, arreglos o un atelier-taller en el que realizan los prototipos o la confección de sus colecciones limitadas. Las prendas y complementos "son confeccionadas en diferentes territorios y proveedores según el tipo de prenda y material empleado", afirman en Adolfo Domínguez, entre ellos algunos países de Asia o América. Los complementos, sin embargo, se elaboran en un taller en Valencia.
El covid deja su huella en el balance de la firma, que remontó en verano
La firma textil ourensana Adolfo Domínguez dio a conocer ayer sus resultados y en su primer semestre fiscal (de marzo a agosto) perdió 10,4 millones de euros, 5,7 veces más que un año antes, mientras que su facturación bajó a la mitad y se situó en 26 millones por la covid-19. De todas formas, las ventas se recuperaron entre junio y agosto con la reapertura de tiendas tras la primera fase del estado de alarma.
Así, entre junio y agosto, las ventas de la compañía crecieron el 187 % respecto al primer trimestre, al pasar de 6,7 a 19,3 millones, apoyadas también en el buen comportamiento del canal "online", pues en el semestre subieron el 25,5 % y aportaron el 21,8 % de la facturación.
Según los datos facilitados por la textil, la recuperación también se notó en el resultado neto atribuido, con pérdidas en el segundo trimestre de 2,3 millones, frente a las pérdidas de 8,1 millones registradas entre marzo y mayo. El resultado operativo acumulado entre marzo y agosto fue negativo en 3,7 millones de euros, frente a los 3,3 millones en positivo de un año antes. Las ventas bajaron en todos los mercados en los que opera la firma y en España el descenso fue del 36 %.
