PAZOLANDIA

Agárrese, que vienen curvas

Ourense. 26-12-15. Local. Pazolandia no Paco Paz.
Foto. Xesús Fariñas
photo_camera El Paco Paz acoge la 23ª edición de Pazolandia, organizada por la Diputación de Ourense.

Un año más, Pazolandia vuelve al Pazo dos Deportes Paco Paz, hasta el 4 de enero. Las principales novedades de la 23ª edición son la noria de 12 metros y la sala de cine en seis dimensiones, que no desplazan los clásicos de las atracciones.

Le entra a uno un no sé qué y uno no sé qué más cuando, de alguna manera, revive un recuerdo grabado a fuego en la memoria, que resulta hasta difícil plasmarlo en palabras. Si usted, que está leyendo estas líneas, tiene veintitantos años, sabrá de lo que hablo. Y es que ayer, el que firma se dejó caer por Pazolandia. Un viaje a la infancia, vaya.

Este año, el mayor parque de atracciones estacional de Galicia, organizado por la Diputación de Ourense, llega a su 23ª edición. Inaugurada ayer, la tradicional cita navideña en el Pazo dos Deportes Paco Paz estará abierta al público hasta el 4 de enero -el 31 de diciembre y el 1 de enero por la mañana las instalaciones permanecerán cerradas-.

Cuando uno llega a la taquilla para comprar las entradas, se empapa de un ambiente de ilus que inevitable renunciar. "Yo me voy a montar en todo. Y muchas veces", decía Alejandro Penín, llegado con sus padres y sus primos desde Xinzo. Porque sí, a Pazolandia siempre se fue en plan excursión. Y cuantos más, mejor.

No falla. El tren de la bruja para los más pícaros. La noria, que este año llega a los 12 metros, para los más aventurados. Los coches de choque para los fitipaldis. El saltamontes, pensado para los amantes de las emociones más fuertes. Los hinchables, la atracción favorita de los más pequeños, y no tan pequeños. Para quien todavía no sabe caminar, el babylandia. Las camas elásticas, el carrusel de cadenas, el simulador. Para todos los gustos.

Otra de las novedades de Pazolandia 2015 llegó a la zona exterior del Paco Paz. Un cine en seis dimensiones: una proyección de tres minutos en los que nunca se sabe en qué momento se van a mover los asientos, te sacudirá una ráfaga de viento, serás salpicado con agua o verás en la sala pompas de jabón.

Y quien no salió con la cara pintada es que no ha ido a Pazolandia. La tendencia sigue siendo la misma: mariposas para ellas y Spiderman para ellos. Las espadas y los caniches son, otro año más, los más solicitados al minion del taller de globoflexia. Pinzas para el pelo hechas por Elsa, la princesa de Frozen, chapas, llaveros y tatuajes también tienen sus espacios reservados.
Suertudos los niños de ahora, que pueden sentarse sobre las piernas de los Reyes Magos todos los días, de 19,30 horas a 20,00 horas.

Y en medio de todo esto, el contraste. Porque, mientras en una sala están a disposición de los usuarios las videoconsolas, en la de enfrente los libros invaden las estanterías.

Ya lo ven. Hay cosas que nunca cambian. Y mientras Pazolandia siga abriendo sus puertas, uno podrá volver a ser niño, aunque solo sea por diez días.

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