La expectativa del mercado inmobiliario ourensano 'es que, al menos, se mantenga tan estable como en la última fase del año 2010', se muestra relativamente confiado Alberto Barreiros, de la agencia Solaina, de cara al nuevo que ha comenzado.
Aunque -se apresura a puntualizar- cuando es tanta 'la dependencia del sector respecto de las entidades financieras, es arriesgado prever cómo se puede comportar el mercado'. A estas alturas, 'lo menos malo' sería que nos esperase un año semejante al cuarto trimestre de 2010, con un repunte 'considerable' respecto al comienzo del año. Es decir, 'hablamos de que el último trimestre supuso un 40% de volumen de negocio más que el primero'.
José Antonio Francisco García, de la agencia inmobiliaria Galven, comparte presagios. 'La mayor amenaza del sector son los propios bancos, porque dependemos extraordinariamente de ellos. La gente que tiene solvencia consigue el crédito, el problema es el exceso de celo que se pone sobre el resto de clientes. Aunque apunta hacia una segunda amenaza. 'El 2011 pinta incierto, sobre todo por las medidas fiscales tomadas por el Gobierno, aún en el aire, y que eliminarían algunas desgravaciones'. De hecho, la posibilidad de que éstas desaparezcan están en alguna medida detrás del 'repunte' de ventas de la última parte del 2010. Ese año 'algo de recuperación sí notamos respecto a 2009, sobre todo a final de año porque la gente apuró hasta el último momento -adelantando incluso su previsión de compra-para seguir manteniendo las deducciones fiscales'.
La periferia de la ciudad, por su relación calidad-precio, es hasta ahora donde 'más ventas se han producido', indica Francisco García. 'La gente se fija en lo que puede pagar al mes más que en elegir una zona determinada'. Donde menos se demanda es en el centro, 'por el precio'. En áreas como A Valenzá 'hay más oferta que demanda', señala Alberto Barreiros, ya que la crisis coincidió el bum de la construcción. 'También hay vivienda libre en O Couto', afirma Francisco García. 'No se mueve' el mercado en O Vinteún o Vistahermosa. En cambio, existen barrios en los que la demanda supera a la oferta, como puede ser la zona próxima al CHOU o As Lagoas.
José Antonio Francisco García, de la agencia inmobiliaria Galven, comparte presagios. 'La mayor amenaza del sector son los propios bancos, porque dependemos extraordinariamente de ellos. La gente que tiene solvencia consigue el crédito, el problema es el exceso de celo que se pone sobre el resto de clientes. Aunque apunta hacia una segunda amenaza. 'El 2011 pinta incierto, sobre todo por las medidas fiscales tomadas por el Gobierno, aún en el aire, y que eliminarían algunas desgravaciones'. De hecho, la posibilidad de que éstas desaparezcan están en alguna medida detrás del 'repunte' de ventas de la última parte del 2010. Ese año 'algo de recuperación sí notamos respecto a 2009, sobre todo a final de año porque la gente apuró hasta el último momento -adelantando incluso su previsión de compra-para seguir manteniendo las deducciones fiscales'.
La periferia de la ciudad, por su relación calidad-precio, es hasta ahora donde 'más ventas se han producido', indica Francisco García. 'La gente se fija en lo que puede pagar al mes más que en elegir una zona determinada'. Donde menos se demanda es en el centro, 'por el precio'. En áreas como A Valenzá 'hay más oferta que demanda', señala Alberto Barreiros, ya que la crisis coincidió el bum de la construcción. 'También hay vivienda libre en O Couto', afirma Francisco García. 'No se mueve' el mercado en O Vinteún o Vistahermosa. En cambio, existen barrios en los que la demanda supera a la oferta, como puede ser la zona próxima al CHOU o As Lagoas.
