Jueces, fiscales, letrados y cargos políticos participan en unas jornadas sobre sus necesidades y expectativas de futuro

Los agentes de la Justicia reconocen serias lagunas en su funcionamiento

Piña, Ocampo, Varela, Rodríguez, De rosa, Baltar Blanco, Cadenas, Baltar, Martínez y Atrio. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El foro de reflexión 'Un modelo de Justicia para el siglo XXI' comenzó con una mesa redonda sobre sus carencias y las expectativas en Galicia.
Los participantes hallaron más de lo primero que de lo segundo. El presidente de la Audiencia de Ourense, Fernando Alañón, comenzó por llamar la atención sobre el problema que representa la 'acumulación de administraciones' que intervienen, regulan o establecen normativas en el funcionamiento de la Justicia: Xunta, ministerio del ramo, Consejo General del Poder Judicial. A lo que hay que añadir la división de Galicia en 45 partidos judiciales. Es un modelo desfasado, cuya modificación 'no creo posible porque políticamente tiene un coste. Me conformaría con que se ponga orden en lo que hay'.

Fue más allá para referirse a las 'disfunciones' en la gestión de los funcionarios. El régimen de sustituciones -afirmó- es excesivamente lento ante una vacante. Aunque 'el mayor problema es la calidad de la sustitución: falta formación en la bolsa de interinos'.

Especialmente crítico fue con el sistema informático que 'estamos sufriendo'. En su criterio resulta 'inasumible' que un determinado asunto, en el edificio del Pazo de Xustiza de Ourense, 'llegue a tener que registrarse cuatro veces'. El 70% del tiempo del funcionario de Fiscalía 'se dedica al registro. Me parece increíble'.

Miguel Trigás, letrado y ex presidente del Consello Galego da Avogacía, lamentó 'o desinterés dos políticos pola administración de Xusticia'. Un político -expuso- puede inaugurar un edificio cortando una cita, pero '¿se inaugura la eficacia? No'. La falta de voluntad política está 'detrás' de muchos de los conflictos.

La incapacidad para elegir a las personas idóneas para cada tarea es una 'constante'. Incluso en las carencias del sistema informático. 'Se está gastando en él mucho dinero', pero el hecho de que no intervengan en el proceso de implantación aquellas personas 'que conocen el software de los juzgados porque llevan años trabajando con él, y que saben qué falta, qué resulta eficaz y qué no', poco menos que garantiza el fracaso.

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