Llovió un 80% menos de lo habitual, y desde el pasado 28 de julio no hubo precipitaciones

Agosto de 2013 fue uno de los meses más secos de la historia

Un operario de Aquagest observaba ayer las aguas de Cachamuiña. (Foto: JOSÉ PAZ)
Agosto se despidió tal como empezó: mucho calor y ausencia total de lluvia. La alerta amarilla de ayer incluso dejó temperaturas por encima de los 38 grados centígrados en los concellos al pie del río Miño.
Este mes pasará a la historia por ser uno de los más secos,con ausencia total de precipitaciones. De hecho, desde el 28 de julio, en el que se contabilizaron 5 litros por metros cuadrado, no volvió a llover en la ciudad, tal como confirman desde Meteogalicia. Incluso en los dos meses fuertes del verano, julio y agosto, sólo hubo dos jornadas de un total de 62 en las que llovió más de un litro por metro cuadrado, el registro de precipitación considerado como aprovechable desde el punto de vista de la actividad agrícola, según aseguran los expertos en climatología. De todas formas, julio había conseguido salvar el tipo pluviométrico gracias a la tormenta del 13 de julio: 24,2 litros.


REGISTROS ANÓMALOS

Y aunque la falta de lluvia aún no provocó problemas de suministro en la ciudad, la situación comienza a ser anómala máxime si se tiene en cuenta la seca estadística: en el último mes llovió un 80 por ciento menos de lo habitual (cero litros) cuando los valores climáticos recogen un promedio entre 15 y 24 litros por metro cuadrado en Ourense para el mes de agosto. No obstante, en los anuarios climatológicos también figuran registros anómalos por exceso: en el año 1976 se contabilizaron 88,4 litros por metro cuadrado en todo ese periodo.

Por contra, las temperaturas máximas estuvieron tres grados por debajo del promedio mensual. Agosto se cerró con 29,9 grados cuando la media está fijada e 32,7 .

El mes de agosto más caluroso hasta la fecha hay que buscarlo en el calendario de 1962, con una media de 34,4 grados centígrados.

Aun con todo, en estos últimos 31 días hubo dos jornadas en las que se rebasaron los 40 grados en la ciudad: el día 11 (40,7) y el 20 (40,3). Los termómetros llegaron a los 42,2 (la máxima de la historia) el cuatro de agosto de 1990, según consta en los archivos de la Agencia Estatal de Meteorología.

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