I.C.M., varón de 28 años y vecino de Ourense, fue detenido a las 10.30 horas de ayer por agentes de la Policía Local después de protagonizar una agresión en el centro de la ciudad. Fuentes de la Jefatura informaron de que un individuo se hallaba en la calle Cardenal Quiroga, en su confluencia con Santo Domingo, increpando a los transeúntes.
Al personarse en el lugar de los hechos, los agentes advirtieron que I.C.M. llevaba un perro de una raza calificada como peligrosa, y lo hacía sin que éste fuese protegido por un bozal. Por ello fue necesario desplazar al lugar a una patrulla de seguridad ciudadana. Constatado que el sujeto insultaba e intimidaba a los transeúntes, se procedió a identificarlo, momento en el que se detectaron en él síntomas de embriaguez Ante esta circunstancia, se optó por retirarle el perro y trasladarlo a la perrera municipal temporalmente. No sin antes proceder a la correspondiente denuncia. Fue en ese instante que I.M.C. reaccionó de forma agresiva, según fuentes policiales, con insultos graves hacia los agentes, que se vieron obligados a denunciarlo también por esta circunstancia.
La escena parecía acabar aquí, pero poco después, otra patrulla que se había desplazado como apoyo a este servicio, se dirigió a la calle Cardenal Quiroga, en su intersección con Paseo, donde observó un tumulto de gente, y en medio a I.M.C., y en el suelo un señor de 65 años, con las gafas rotas y con señales de haber sufrido un golpe en la parte posterior de la cabeza. Perjudicado y testigos detallaron que, sin mediar palabra, el agresor había empujado a la víctima. I.M.C. arremetió entonces contra los agentes, que se vieron empujados a detenerlo, no sin que aquél ofreciese resistencia.
La escena parecía acabar aquí, pero poco después, otra patrulla que se había desplazado como apoyo a este servicio, se dirigió a la calle Cardenal Quiroga, en su intersección con Paseo, donde observó un tumulto de gente, y en medio a I.M.C., y en el suelo un señor de 65 años, con las gafas rotas y con señales de haber sufrido un golpe en la parte posterior de la cabeza. Perjudicado y testigos detallaron que, sin mediar palabra, el agresor había empujado a la víctima. I.M.C. arremetió entonces contra los agentes, que se vieron empujados a detenerlo, no sin que aquél ofreciese resistencia.
