CRÓNICA

Agua milagrosa contra las manchas

1op1653
photo_camera Una de las usuarias habituales de los lavaderos de la Plaza de Abastos.

La Plaza de Abastos esconde más de un secreto. Es el caso de los lavaderos públicos, situados en el sótano del edificio y que usan agua de As Burgas. Alrededor de una veintena de mujeres los usan todavía habitualmente. 

La Plaza de Abastos número uno de Ourense no es sólo carnes, pescados, salazones y productos traídos directamente de la huerta a la mesa. Bajo sus dos pisos de puestos repartidos por el antiguo edificio, se esconde un gran desconocido para muchos ourensanos, aunque no hace tantos años tenía tantos usuarios que había que hacer cola para tener un sitio donde limpiar la colada. Son los lavaderos públicos, que utilizan el agua de As Burgas y, según afirman sus contadas usuarias actuales, "deja la ropa más limpia que la mejor tintorería".

Pilar F., ourensana de 83 años, recuerda "que teníamos que esperar turno para usar los lavaderos; aquí ya venía mi abuela y yo con mi madre, desde pequeñita". Esta usuaria habitual de este pintoresco espacio reconoce que "ahora los tiempos han cambiado, hay muchos avances y en todas las casas hay lavadoras; la gente se ha hecho más cómoda". Ella misma tiene una, "me la regaló mi hijo y por eso no puedo decir mi nombre, porque como se entere de que sigo lavando aquí en lugar de usar la lavadora que me compró, me mata".

Ella es una defensora tenaz de los lavaderos: "Este agua en casa no la puedes tener porque vale mucho dinero, coge aquí el jabón que es un sueño, fillo", señala. Y añade: "Si metes un calzoncillo un poco sucio en la lavadora no te lo lava, aquí pones un poco de jabón, lo pones a ablandar y te queda como un jaspe, de verdad te lo digo".

Pilar explica el proceso: "Tenemos tres bañeras, todas con agua de As Burgas, en la primera lavamos, en la segunda enjabonamos y ya en la tercera aclaramos; yo tengo una buena lavadora, desde hace más de 20 años, y mis hijos no saben que vengo, pero es que como aquí no se limpia".

Pilar acude "dos veces a la semana" a los lavaderos y una vez que ha limpiado la colada "la llevo a secar a casa, que tengo una huerta hermosa". Reconoce, eso sí que "gente joven viene ya poca, con las lavadoras bajó mucho la gente".

María Conde, de 80 años, se enteró de la existencia de los lavaderos "hace muy poco, porque estuve 35 años en Alemania y hasta hace dos años no me enteré que existía esto".

Coincide con Pilar en las bondades de este agua "milagrosa" de As Burgas. "Sobre todo con los pantalones de los chicos, que para quitarles lo gordo, como aquí en ningún sitio; la lavadora no puede con esas manchas". Estas dos usuarias de los lavaderos expresan su temor de que "los retiren", al tiempo que piden que "se adecenten". Con la obra del edificio, está previsto que los lavaderos vuelvan a su origen, en el exterior de la Plaza, próximos al viaducto, donde se ubicaban en los años 50 del pasado siglo.

Te puede interesar