El guión se cumplió sin sobresaltos y el socialista Agustín Fernández es ya, desde ayer, alcalde de la ciudad. El hasta ahora concejal de Hacienda tomó posesión en un pleno extraordinario en el que, además, se incorporaron a la Corporación municipal Alfonso Vilachá y Xosé Somoza, los sustitutos del exalcalde Francisco Rodríguez y del nacionalista Fernando Varela, ambos imputados en la operación Pokemon.
La investidura de Fernández fue respaldada por 14 votos depositados en urna -los 11 del PSOE y los tres del BNG- frente a los 11 que obtuvo Rosendo Fernández (PP) y dos en blanco, que corresponderían a los concejales de Democracia Ourensana.
Agustín Fernández, que comienza su mandato 'con humildade e co desexo honesto de acertar', preside ahora un gobierno en minoría, por lo que tanto en su discurso en el salón de plenos como en sus primeras declaraciones a los medios como alcalde, hizo un guiño al BNG para retomar la coalición que mantuvieron durante los últimos cinco años. 'Espero que Ourense poda seguir contando coa súa imprescindible xestión no goberno municipal', aseguró en su discurso, para después mostrarse convencido ante los medios de que los nacionalistas acabarán por incorporarse al gobierno, tras unas negociaciones que comenzarán en breve. 'Imos dar continuidade a este proxecto co BNG que foi, é e creo que vai seguir sendo o noso socio de goberno', afirmó.
Además de la gobernabilidad de la ciudad, que para Fernández está 'garantida', el nuevo regidor desgranó los objetivos de su mandato, en línea continuista con la desarrollada hasta el momento. El nuevo Plan de Urbanismo, el termalismo, los desarrollos urbanos de Mariñamansa y A Farixa, la creación de suelo empresarial y el AVE son los cinco grandes proyectos que marcó en su hoja de ruta. Con respecto a éste último, el regidor pidió unidad entre los políticos y los agentes sociales para 'acadar un plan único e falemos cunha soa voz para dicir, alto e claro, en Madrid e en Santiago, que o tempo de frear todo o desta cidade acabou'.
Junto a este llamamiento, el alcalde se mostró consciente de la 'crecente perda de confianza entre a cidadanía e os seus representantes políticos', motivo por el que considera que quizás sea el momento de 'abandonar a política-espectáculo e renunciar ó minuto de gloria mediática' y escuchar a los ciudadanos. Asimismo, el regidor, que tuvo palabras de 'reconoñecemento e gratitude' a su predecesor en el cargo -también para Fernando Varela-, tendió la mano a la oposición, ofreciendo a PP y a Democracia Ourensana 'lealdade institucional e respecto persoal'.
LOS PORTAVOCES
Tras el pleno, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, se mostró a disposición del alcalde en lo que respecta al 'interese dos ourensáns, non da opacidade' y criticó lo que considera 'un goberno baixo sospeita', toda vez que 'dende o 2007 houbo tres gobernos diferentes con dúas forzas políticas que non gañaron as eleccións e neles, un alcalde e un concelleiro imputado e dous tenentes de alcaldes e un director xeral acusados e pendentes de sentencia'.
Sin embargo, el popular censuró especialmente al grupo municipal del BNG, a quien calificó en varias ocasiones como el 'tonto útil, apoiando a unha forza que non gañou as eleccións co obxectivo de que non gobernara a máis votada, que era o PP'. Para Rosendo Fernández, el BNG está 'nunha improvisación constante', en referencia a que no haya concretado aún su entrada o no en el gobierno municipal.
A este respecto, la portavoz municipal del BNG y exteniente de alcalde, Isabel Pérez, explicó que su grupo había apoyado con sus votos la investidura de Agustín Fernández y, a partir de ahora, 'o BNG fará o que teña que facer. Será unha cuestión onde a organización política e o grupo municipal barallarán as distintas posibilidades que existen e será, coma sempre, anunciado en tempo e forma'.
Pérez no quiso realizar declaraciones sobre las posibles negociaciones con los socialistas para formar gobierno ni tampoco aventuró si éstas se producirán en los próximos días, como pretende el nuevo alcalde, o bien después de las elecciones.
Agustín Fernández, que comienza su mandato 'con humildade e co desexo honesto de acertar', preside ahora un gobierno en minoría, por lo que tanto en su discurso en el salón de plenos como en sus primeras declaraciones a los medios como alcalde, hizo un guiño al BNG para retomar la coalición que mantuvieron durante los últimos cinco años. 'Espero que Ourense poda seguir contando coa súa imprescindible xestión no goberno municipal', aseguró en su discurso, para después mostrarse convencido ante los medios de que los nacionalistas acabarán por incorporarse al gobierno, tras unas negociaciones que comenzarán en breve. 'Imos dar continuidade a este proxecto co BNG que foi, é e creo que vai seguir sendo o noso socio de goberno', afirmó.
Además de la gobernabilidad de la ciudad, que para Fernández está 'garantida', el nuevo regidor desgranó los objetivos de su mandato, en línea continuista con la desarrollada hasta el momento. El nuevo Plan de Urbanismo, el termalismo, los desarrollos urbanos de Mariñamansa y A Farixa, la creación de suelo empresarial y el AVE son los cinco grandes proyectos que marcó en su hoja de ruta. Con respecto a éste último, el regidor pidió unidad entre los políticos y los agentes sociales para 'acadar un plan único e falemos cunha soa voz para dicir, alto e claro, en Madrid e en Santiago, que o tempo de frear todo o desta cidade acabou'.
Junto a este llamamiento, el alcalde se mostró consciente de la 'crecente perda de confianza entre a cidadanía e os seus representantes políticos', motivo por el que considera que quizás sea el momento de 'abandonar a política-espectáculo e renunciar ó minuto de gloria mediática' y escuchar a los ciudadanos. Asimismo, el regidor, que tuvo palabras de 'reconoñecemento e gratitude' a su predecesor en el cargo -también para Fernando Varela-, tendió la mano a la oposición, ofreciendo a PP y a Democracia Ourensana 'lealdade institucional e respecto persoal'.
LOS PORTAVOCES
Tras el pleno, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, se mostró a disposición del alcalde en lo que respecta al 'interese dos ourensáns, non da opacidade' y criticó lo que considera 'un goberno baixo sospeita', toda vez que 'dende o 2007 houbo tres gobernos diferentes con dúas forzas políticas que non gañaron as eleccións e neles, un alcalde e un concelleiro imputado e dous tenentes de alcaldes e un director xeral acusados e pendentes de sentencia'.
Sin embargo, el popular censuró especialmente al grupo municipal del BNG, a quien calificó en varias ocasiones como el 'tonto útil, apoiando a unha forza que non gañou as eleccións co obxectivo de que non gobernara a máis votada, que era o PP'. Para Rosendo Fernández, el BNG está 'nunha improvisación constante', en referencia a que no haya concretado aún su entrada o no en el gobierno municipal.
A este respecto, la portavoz municipal del BNG y exteniente de alcalde, Isabel Pérez, explicó que su grupo había apoyado con sus votos la investidura de Agustín Fernández y, a partir de ahora, 'o BNG fará o que teña que facer. Será unha cuestión onde a organización política e o grupo municipal barallarán as distintas posibilidades que existen e será, coma sempre, anunciado en tempo e forma'.
Pérez no quiso realizar declaraciones sobre las posibles negociaciones con los socialistas para formar gobierno ni tampoco aventuró si éstas se producirán en los próximos días, como pretende el nuevo alcalde, o bien después de las elecciones.
