El hombre fue visto sumergido en el agua por un vecino que alertó a los servicios de emergencia

Un alaricano aparece muerto en el río Arnoia con el bañador puesto y una herida en la cara

Un vecino de O Mato (Allariz) falleció en la tarde cuando se bañaba en el cauce del río Arnoia, junto al Paseo do Arnado, en el casco urbano de la villa. El cadáver de Ricardo Conde, 58 años, fue rescatado a dos metros de profundidad.
El río Arnoia se cobró en la tarde la vida de un vecino de la localidad de O Mato (Allariz), Ricardo Conde Menor, de 58 años.

El siniestro ocurrió poco antes de las cinco de la tarde cuando el hombre se desplazó al lugar conocido como Paseo do Arnado con la intención de darse un ‘chapuzón’. Tras quitarse la ropa y colocarla en la orilla, se tiró al agua en un lugar bastante profundo, muy cerca de un pequeño puente peatonal de hormigón y madera, desde el que suelen arrojarse al agua los bañistas, sobre todo los jóvenes. Un vecino que paseaba por el lugar se percató de que había un cuerpo sumergido y, tras comprobar que no salía del agua y alarmado por si le estaba sucediendo algo malo, alertó al Servicio 112, que movilizó a los voluntarios de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil, además de una ambulancia del 061 y los socorristas de la piscina municipal. Pero los efectivos de emergencia no pudieron hacer nada por salvarle la vida y sólo, tras localizar su cuerpo a dos metros de profundidad, lo rescataron, al tiempo que alertaban del fallecimiento a las autoridades judiciales, que trasladaron el cadáver al Complexo Hospitalario de Ourense para realizar la autopsia y certificar las causas de su muerte.

Ricardo Conde, que estaba soltero, tenía un bañador puesto y presentaba una pequeña herida, un rasguño en la frente, según fuentes de la Guardia Civil, posiblemente causado contra una roca al intentar salir del agua. El accidente congregó a curiosos en el lugar, que fue acordonado por la Policía Local mientras la Guardia Civil realizaba una inspección ocular en ambas orillas del río para instruir diligencias al Juzgado de guardia. ‘Murió ahogado pero nadie lo vio tirarse al agua y hay que trabajar con todas las hipótesis, pudo sufrir un corte de digestión o ser empujado por algo’, afirmaron fuentes del instituto armado.

Justo a la misma hora, el Servicio 112 Galicia recibía otro avi so de un hombre ahogado en el cauce del río Támega a su paso por A Pousa, en Verín.

El siniestro movilizó a los voluntarios de Protección Civil, Guardia Civil y una ambulancia del 061, pero resultó ser una falsa alarma.

El lugar es aprovechado por los verinenses para darse el ‘chapuzón’ y los efectivos de emergencia, junto con vecinos, recorrieron varias veces el curso del río pero no encontraron nada extraño y, tras una hora de búsqueda, levantaron el dispositivo de emergencia.

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