Un aviso de bomba en la sucursal de Caixanova en Allariz, que resultó ser falso, movilizó ayer a la Guardia Civil y la Policía Local alaricana, que desalojaron además de los trabajadores de la entidad, a 12 vecinos.
Un hombre llamó a las 09.20 horas de la mañana avisando de la colocación de un bomba en la sucursal de Caixanova en Allariz. La alerta, que resultó ser falsa, movilizó al instituto armado y a la Policía Local de la villa.
La bomba, según el comunicante, iba a estallar de inmediato y los efectivos de seguridad lo primero que hicieron fue desalojar las instalaciones financieras y a los 12 vecinos que habitan en los alrededores. Acto seguido acordonaron la zona al tiempo que inspeccionaban papeleras y contenedores, además de mesas, bancos y resto de muebles que hay en la entidad de crédito.
La Guardia Civil estableció controles en la autovía Rías Baixas y la N-525 para detener a los posibles autores. El dispo sitivo de vigilancia fue levantado sobre las 12.00 horas después de no encontrar ningún rastro.
La bomba, según el comunicante, iba a estallar de inmediato y los efectivos de seguridad lo primero que hicieron fue desalojar las instalaciones financieras y a los 12 vecinos que habitan en los alrededores. Acto seguido acordonaron la zona al tiempo que inspeccionaban papeleras y contenedores, además de mesas, bancos y resto de muebles que hay en la entidad de crédito.
La Guardia Civil estableció controles en la autovía Rías Baixas y la N-525 para detener a los posibles autores. El dispo sitivo de vigilancia fue levantado sobre las 12.00 horas después de no encontrar ningún rastro.
