Alberto Gago, rector de la Universidad de Vigo

Alberto Gago: 'Apostamos por una docencia de calidad'

El vicerrector de la Universidade de Vigo, Alberto Gago, analiza hoy las transformaciones que afronta la universidad española en el siglo XXI.
¿A qué retos tiene que hacer frente el sistema universitario?

Hay dos más importantes. Por un lado, la llamada tercera misión de la universidad. Hasta el siglo XIX, se dedicaba a la transmisión de conocimiento acumulado. Luego, sus fines eran docencia e investigación. Pero a partir del siglo XXI se incorpora la creación y transferencia de conocimiento para convertirlo en algo aplicable, buscar su aplicación social. Esto se multiplica con la Estrategia de Lisboa, pues la UE nos convoca a las universidades para participar en la misión de mejorar en innovación y conocimiento. El otro reto se la participación de la universidad en el Espacio Europeo de Educación Superior, que sería equivalente al de dotarnos de una moneda única. Ahora se trata de establecer una unidad de medida docente para que cualquier estudiante pueda moverse con total libertad por la UE sin estar sometido a complejos procesos de convalidación como ahora.

¿Cómo se está concretando este proceso en la Universidad de Vigo?

Aparentemente parece que no ocurre nada, pero internamente hay muchísimo trabajo. Por una parte, estamos tratando de programar la docencia en grupos pequeños. Cuando yo entré en la Universidad, el aula tenía 350 estudiantes. Ahora tratamos de que los grupos teóricos no superen los 60 y en laboratorio los 30. Apostamos por una docencia de calidad, pero tenemos que ser conscientes de que eso va a ser caro. Hay una parte de la oferta docente de la universidad que necesita colaboración externa: por una parte, dentro de los títulos de grado hay prácticas obligatorias y, por otra, hay una nueva oferta de másters profesionalizantes. Actualmente, en formación de postgrado ya tenemos una importante colaboración de empresas, con 160 convenios firmados y con los nuevos grados (hasta ahora sólo se implantó el de Bellas Artes) necesitaremos colaboración, aunque no es tan urgente, porque será en el último curso.

¿Hay suficiente colabora ción por parte de la empresa?

Pedimos siempre más, pero no nos podemos quejar. La Universidad de Vigo tiene bastante tradición de contacto con empresas.

Desde la empresa se criticaba que la formación universitaria no se adaptada a sus necesidades.

Al hacer esta reforma a fondo, también acabamos con eso. Una especialización profesional no debe pedírsele a un grado, porque un economista, por ejemplo, puede trabajar en muchísimos lugares; debe especializarse. Eso sí, también hay que abrirse a especializaciones que tengan que ver con el entorno. Por ello, si la empresa está interesada, debe participar activamente.

¿Piensan ya en las solicitudes para cuando se abra el mapa de titulaciones?

Hasta 2010 no se abre. Entonces se analizará en órganos de gobierno, con la mayor implicación de todo el mundo. También el Consello Social de la Universidad tiene mucho que decir en este tema. Mientras tanto, no se ha hablado nada en ningún órgano de gobierno.

En Ourense existe cierta sensación de olvido dentro de la Universidad.

Yo no lo veo así, no creo que el Campus de Ourense tenga la sensación de estar desatendido. Por ejemplo, en próximos días inauguraremos la piscina, el Centro de Investigación, Transferencia e Innovación (Citi) en el Parque Tecnológico y un proyecto de reordenación urbana del campus, uno de los proyectos más ambiciosos de la Universidad y la ciudad de Ourense en mucho tiempo. Para nosotros, el Campus de Ourense es muy importante.

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