El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, ha exigido 'lealtad' y 'disciplina' a los concejales críticos tras el acuerdo adoptado por la ejecutiva gallega que ha considerado 'claro' y 'contundente', tras lo que ha advertido de que en caso contrario 'se adoptarán las medidas correspondientes'.
El regidor socialista ha descartado, por el momento, la adopción de medidas contra las dos concejalas que en el día de ayer presentaron su renuncia a formar parte de la Junta de Gobierno.
Las dos edilas vinculadas al denominado sector pachista de la ciudad, Susana Bayo y María Devesa, solicitaron este lunes su dimisión de las juntas de gobierno al regidor antes de que la ejecutiva gallega refrendara al alcalde ourensano.
A través de un escrito, pidieron no participar en estos órganos de decisión, por percibir 'peligro evidente' de 'incurrir en ilícitos penales'.
Preguntado a este respecto, Fernández ha asegurado que es una 'decisión legítima' pero que 'valoraremos en los próximos días', y ha recordado que él es la persona 'competente para nombrar a los miembros de la junta local'.
Después de un mes de reuniones, la ejecutiva gallega del PSdeG exigió 'disciplina' a todo el grupo municipal socialista.
El acuerdo de la dirección gallega reclama la 'recuperación de la normalidad política' y el 'cumplimiento estricto' de sus obligaciones a todos los miembros del grupo municipal, así como respeto a las decisiones del alcalde y recoge que, en caso contrario, se adoptarán las medidas disciplinarias correspondientes.
'El máximo órgano adoptó un acuerdo que dice claramente que se respalda al alcalde en sus decisiones y exige a todos los miembros del grupo municipal que cumplan sus obligaciones con el partido y a todos los militantes', ha resaltado esta mañana el regidor socialista.
Fernández ha manifestado que el informe es 'claro y contundente', por lo que ha pedido a los críticos 'lealtad y disciplina y si no se adoptarán las medidas correspondientes'.
La secretaria de organización, Pilar Cancela, quien en el último mes mantuvo diversas reuniones con los dos bandos, criticó el 'comportamiento de las personas que en Ourense no supieron estar a la altura de su cargo'.
Así, manifestó que 'cualquier incumplimiento, a partir de este momento' conllevará 'la adopción inmediata de las medidas disciplinarias correspondientes', sin concretar si se traducirán en expedientes o expulsiones.
A este respecto, el regidor ourensano ha recordado que los acuerdos que se adoptan dentro del grupo de gobierno están dentro de la legalidad, por lo que 'si alguien no los comparte los puede recurrir'.
Fernández quiso restar importancia a esta polémica en el partido y enmarcó dichas discrepancias en un 'caso concreto'.
Desde ayer hay 'un punto y aparte, tenemos que pensar en los ciudadanos, en el día a día en los proyectos que tenemos por delante, con lealtad y disciplina y si no se adoptarán las medidas correspondientes'.
El desencuentro vivido entre los socialistas de la corporación ourensana, que gobiernan en minoría, comenzó el 13 de diciembre cuando cinco concejales del PSdeG abandonaron una sesión plenaria para no votar un punto del orden del día por discrepancias con el resto de compañeros.
El asesor jurídico municipal Javier García Gago había pedido poder compatibilizar su trabajo con la labor docente en la Universidad de Vigo, algo a lo que se oponían el alcalde y cinco ediles amparándose en un informe de la Concejalía de Personal, mientras que los cinco que se fueron de la sala estaban a favor de que se atendiese en un sentido positivo la solicitud de este funcionario.
Días después, el regidor retiró la dedicación exclusiva y todas sus competencias a uno de los ediles, Antonio Rodríguez Penín, por pérdida de confianza en su gestión.
Ese mismo día, la ejecutiva local socialista acordó abrir expediente informativo a los cuatro concejales que son militantes en la ciudad e instar a la Ejecutiva a proceder de idéntico modo con la concejala Susana Bayo, que no milita en la agrupación socialista ourensana.
Las dos edilas vinculadas al denominado sector pachista de la ciudad, Susana Bayo y María Devesa, solicitaron este lunes su dimisión de las juntas de gobierno al regidor antes de que la ejecutiva gallega refrendara al alcalde ourensano.
A través de un escrito, pidieron no participar en estos órganos de decisión, por percibir 'peligro evidente' de 'incurrir en ilícitos penales'.
Preguntado a este respecto, Fernández ha asegurado que es una 'decisión legítima' pero que 'valoraremos en los próximos días', y ha recordado que él es la persona 'competente para nombrar a los miembros de la junta local'.
Después de un mes de reuniones, la ejecutiva gallega del PSdeG exigió 'disciplina' a todo el grupo municipal socialista.
El acuerdo de la dirección gallega reclama la 'recuperación de la normalidad política' y el 'cumplimiento estricto' de sus obligaciones a todos los miembros del grupo municipal, así como respeto a las decisiones del alcalde y recoge que, en caso contrario, se adoptarán las medidas disciplinarias correspondientes.
'El máximo órgano adoptó un acuerdo que dice claramente que se respalda al alcalde en sus decisiones y exige a todos los miembros del grupo municipal que cumplan sus obligaciones con el partido y a todos los militantes', ha resaltado esta mañana el regidor socialista.
Fernández ha manifestado que el informe es 'claro y contundente', por lo que ha pedido a los críticos 'lealtad y disciplina y si no se adoptarán las medidas correspondientes'.
La secretaria de organización, Pilar Cancela, quien en el último mes mantuvo diversas reuniones con los dos bandos, criticó el 'comportamiento de las personas que en Ourense no supieron estar a la altura de su cargo'.
Así, manifestó que 'cualquier incumplimiento, a partir de este momento' conllevará 'la adopción inmediata de las medidas disciplinarias correspondientes', sin concretar si se traducirán en expedientes o expulsiones.
A este respecto, el regidor ourensano ha recordado que los acuerdos que se adoptan dentro del grupo de gobierno están dentro de la legalidad, por lo que 'si alguien no los comparte los puede recurrir'.
Fernández quiso restar importancia a esta polémica en el partido y enmarcó dichas discrepancias en un 'caso concreto'.
Desde ayer hay 'un punto y aparte, tenemos que pensar en los ciudadanos, en el día a día en los proyectos que tenemos por delante, con lealtad y disciplina y si no se adoptarán las medidas correspondientes'.
El desencuentro vivido entre los socialistas de la corporación ourensana, que gobiernan en minoría, comenzó el 13 de diciembre cuando cinco concejales del PSdeG abandonaron una sesión plenaria para no votar un punto del orden del día por discrepancias con el resto de compañeros.
El asesor jurídico municipal Javier García Gago había pedido poder compatibilizar su trabajo con la labor docente en la Universidad de Vigo, algo a lo que se oponían el alcalde y cinco ediles amparándose en un informe de la Concejalía de Personal, mientras que los cinco que se fueron de la sala estaban a favor de que se atendiese en un sentido positivo la solicitud de este funcionario.
Días después, el regidor retiró la dedicación exclusiva y todas sus competencias a uno de los ediles, Antonio Rodríguez Penín, por pérdida de confianza en su gestión.
Ese mismo día, la ejecutiva local socialista acordó abrir expediente informativo a los cuatro concejales que son militantes en la ciudad e instar a la Ejecutiva a proceder de idéntico modo con la concejala Susana Bayo, que no milita en la agrupación socialista ourensana.
