El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, realizó esta mañana un llamamiento a los ediles críticos para cerrar la herida abierta en el seno de los socialistas ourensanos. Tras lo vivido ayer, con la suspensión cautelar de militancia y la apertura de expedientes, Fernández remarcó que 'todos podemos equivocarnos' y ofreció un camino de regreso a los rebeldes para 'reconducir a situación'.
'Todos nos podemos equivocar', 'rectificar é de sabios' o 'neste goberno cabemos todos', fueron algunas de las frases conciliadoras que utilizó esta mañana el alcalde de la capital ourensana, Agustín Fernández, para expresar una idea común: el regidor ofrece una nueva oportunidad a los ediles díscolos para 'reconducir a situación' y volver a la normalidad en el seno del Concello ourensano.
En su comparecencia ante los medios, Fernández analizó desde el primer momento la situación desde dos prismas bien diferenciados.
Por un lado, tras conocerse ayer la suspensión cautelar de militancia y la apertura de expediente disciplinar a los cinco ediles rebeldes, el regidor señaló que el PSOE se había expresado 'de forma clara, concisa e rotunda', tras lo que aclaró que si los díscolos 'incumpriran as súas obrigas', ahora se les plantea un escenario en el que 'poidan concurrir en sancións graves ou moi graves'.
A partir de ahora, ha advertido que los concejales tendrán que 'acatar e respetar estas decisións, con independencia de que cada un utilice todos os medios lexítimos de defensa para protexer os seus dereitos (en relación co anuncio dos díscolos de que recurrirán á Xustiza)'.
Pero aparcando la perspectiva orgánica de partido, Agustín Fernández quiso centrar sus palabras en clave de gobierno local. De esta forma, tras señalar que desde su punto de vista los concejales 'actuaron de forma inapropiada', el regidor de la capital defendió que 'todos podemos equivocarnos e rectificar é de sabios' y definió las infracciones cometidas como 'fácilmente subsanables', abriendo así una vía para que los Penín, Bayo, Devesa, Vázquez y Vilachá regresen a las posturas oficiales del grupo municipal socialista.
Para enterrar el hacha de guerra en el seno de los socialistas ourensanos Fernández explicó que los díscolos tendrían que 'rectificar a súa conducta', algo que pasaría por el 'respeto ao alcalde', acudir a los actos municipales y actuar conforme la disciplina de voto del partido.
'Cumprindo todo isto, teremos un goberno forte para defender os intereses de Ourense', razonó, antes de remachar que 'non pode haber indisciplina, non se pode danar a imaxe do partido'.
Remodelación de gobierno 'parcial'
Cuestionado por una posible remodelación de gobierno provocado por la crisis de los díscolos, Agustín Fernández señaló que, de momento, esta remodelación será 'parcial', otorgando competencias a la concejal recientemente incorporada Juana Ageitos. Además, en los próximas días se tomará una decisión acerca de la renuncia a formar parte de la junta de gobierno local planteada hace un par de semanas por María Devesa y Susana Bayo.
En cuanto a una remodelación más amplia (la posible retirada de competencias a los ediles díscolos), el regidor ourensano dijo que se las decisiones quedarán a expensas de 'cómo avancen os acontecimientos'.
En su comparecencia ante los medios, Fernández analizó desde el primer momento la situación desde dos prismas bien diferenciados.
Por un lado, tras conocerse ayer la suspensión cautelar de militancia y la apertura de expediente disciplinar a los cinco ediles rebeldes, el regidor señaló que el PSOE se había expresado 'de forma clara, concisa e rotunda', tras lo que aclaró que si los díscolos 'incumpriran as súas obrigas', ahora se les plantea un escenario en el que 'poidan concurrir en sancións graves ou moi graves'.
A partir de ahora, ha advertido que los concejales tendrán que 'acatar e respetar estas decisións, con independencia de que cada un utilice todos os medios lexítimos de defensa para protexer os seus dereitos (en relación co anuncio dos díscolos de que recurrirán á Xustiza)'.
Pero aparcando la perspectiva orgánica de partido, Agustín Fernández quiso centrar sus palabras en clave de gobierno local. De esta forma, tras señalar que desde su punto de vista los concejales 'actuaron de forma inapropiada', el regidor de la capital defendió que 'todos podemos equivocarnos e rectificar é de sabios' y definió las infracciones cometidas como 'fácilmente subsanables', abriendo así una vía para que los Penín, Bayo, Devesa, Vázquez y Vilachá regresen a las posturas oficiales del grupo municipal socialista.
Para enterrar el hacha de guerra en el seno de los socialistas ourensanos Fernández explicó que los díscolos tendrían que 'rectificar a súa conducta', algo que pasaría por el 'respeto ao alcalde', acudir a los actos municipales y actuar conforme la disciplina de voto del partido.
'Cumprindo todo isto, teremos un goberno forte para defender os intereses de Ourense', razonó, antes de remachar que 'non pode haber indisciplina, non se pode danar a imaxe do partido'.
Remodelación de gobierno 'parcial'
Cuestionado por una posible remodelación de gobierno provocado por la crisis de los díscolos, Agustín Fernández señaló que, de momento, esta remodelación será 'parcial', otorgando competencias a la concejal recientemente incorporada Juana Ageitos. Además, en los próximas días se tomará una decisión acerca de la renuncia a formar parte de la junta de gobierno local planteada hace un par de semanas por María Devesa y Susana Bayo.
En cuanto a una remodelación más amplia (la posible retirada de competencias a los ediles díscolos), el regidor ourensano dijo que se las decisiones quedarán a expensas de 'cómo avancen os acontecimientos'.
