Los técnicos de Infraestructuras no detectan anomalías y achacan a la lluvia ‘problemas puntuales’

Los alcaldes reclaman arreglos en la autovía AG-53 para evitar que la calzada se inunde

Uno de los tramos de la AG-53, entre el enlace de Cea y la autovía A-52.
El tramo entre Cea y Ourense de la autovía AG-53 -abierto hace dos meses- se encuentra en óptimas condiciones, según valoran técnicos de Infraestructuras. Sin embargo, la detección de bolsas de agua y barro por parte de los usuarios ha motivado a los alcaldes de la zona a reclamar ante la empresa que gestiona el trazado.
La apertura hace dos meses del tramo de la autovía Dozón-Ourense (AG-53), comprendido entre los enlaces de Ariz (San Cristovo de Cea) y la A-52 (Ourense), ha supuesto un acercamiento entre la comarca carballiñesa y la ciudad a nivel de comunicaciones. Sin embargo, con la aparición de las primeras lluvias torrenciales, los usuarios de esta vía detectaron varias deficiencias en puntos determinados de esta vía construida con financiación de la anterior Consellería de Política Territorial e Obras Públicas.

Uno de los conductores afectados fue el propio alcalde del primer municipio, José Luis Valladares. ‘A pasada fin de semana, ó pasar pola zona do Marañao, a calzada estaba chea de auga e barro e o meu coche comezou a dar bandazos e tiven dificultades para poder controlalo’, aseguró. Ante esta situación, el regidor ‘popular’ se apresuró a ponerse en contacto con la empresa que gestiona el tramo (Aceousa), ‘a fin de solicitarlles unha revisión da estrada, co obxectivo de solucionar a retención de auga na calzada e a invasión de lodos’. Valladares apuntó que ‘os da concesionaria quedaron en enviar a personal a vindeira semana’.

Velocidad


Pero la aparición de bolsas de agua en el tramo también fue registrada entre Maside y Punxín, en el límite con el municipio de Amoeiro, en las inmediaciones del viaducto que cruza el río Barbantiño. Los automo vilistas que cruzaron ese punto se vieron obligados en los últimos días a reducir la velocidad para evitar pisar el freno y patinar sobre el asfalto. El alcalde de Maside, Celso Fernández, indica que ‘non utilizo a autovía porque tería que desplazarme ata Ariz, pero xa me comentaron que aparecera auga embalsada no tramo’. El regidor socialista considera que ‘istes fallos da estrada deben ser solucionados por Aceousa, xa que é a responsable de velar pola seguridade’. Este municipio quedará conectado con la autovía mediante el enlace en construcción que le unirá con Carballiño.

Técnicos de la nueva Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras se desplazaron anteayer hasta el tramo ‘e non atoparon ningún tipo de anomalía, e por iso descartan inicialmente acometer obras de reparación’, señalaron fuentes consultadas del departamento autonómico. Los técnicos achacan ‘a casos puntuais, cando hai moita choiva, que se produza acumulación de auga na calzada, pero elo non significa que haxa deficiencias na execución do proxecto’.

EL PROYECTO

Apertura en octubre del enlace a Maside

La puesta en servicio de los 18 kilómetros del tramo Dozón-Cea, hace año y medio, fue completado con la apertura de los 13 kilómetros entre Ariz y la autovía Rías Baixas (A-52) y el enlace de la AG-53 con la carretera N-525 (Ourense-Santiago) a la altura de la localidad de O Reino, en Piñor. Con un presupuesto global de 190 millones de euros, el anterior presidente de la Xunta, Pérez Touriño, decidió suprimir el peaje en el trazado, en el que solamente falta por finalizar la ejecución del enlace con la N-541 y el Eixo do Ribeiro en A Fontela, entre Carballiño y Maside. La obra, presupuestada en 36 millones de euros, podrá estar terminada en el mes de octubre, según comunicaron al alcalde carballiñés, Carlos Montes, los responsables de la constructora.

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