La calle Santa Teresita, centro neurálgico del barrio que lleva el mismo nombre, lleva un mes siendo escenario de varios intentos de intercambio de billetes falsos. Un foráneo a la zona trató hace un mes de pagar una Coca-Cola en un bar con diez euros falsos. Sin embargo, su pequeña estafa fracasó. “Era muy evidente que no era un billete real”, indicó la camarera del Panamérica.
Ella misma alertó a la Policía Nacional que acudió y requisó el papel. Los clientes del establecimiento sacaron un teléfono para grabar al individuo que, antes de que llegasen los agentes pudo escapar corriendo. Lo hicieron, según comentaron desde algunos negocios, para poder difundirlo en el barrio y alertar a los vecinos de que no cayesen en la trampa.
Tras la primera intentona semanas atrás, en la que trataron de intercambiar dinero por una consumición, esta semana se presentaron dos hombres que -actuando por separado- enseñaron un fajo de billetes en los locales de Santa Teresita para pedirles cambio. “No eran conocidos de por aquí y lo pidieron de una forma extraña. No tiene mucho sentido que vengan a cambiar tanto dinero. No nos fiamos porque hay antecedentes”, explicó la responsable de un establecimiento que trató con ellos.
Desde la panadería Roberto Rivela, que ocupa la esquina de la calle, señalan que “aquí aún no vinieron pero me enseñaron el video y no es la primera vez que veo al chico por la zona”, explica. “Estoy prevenida y lo reconocería. Colaron algunos billetes falsos por esta calle y ya no te puedes fiar”, señala su propietaria, que saluda mientras a sus clientes habituales.
Equipados para la detección
Los propietarios de este núcleo no están dispuestos a que les cuelen ni una más. Varios negocios se equiparon con rotuladores detectores de billetes falsos. Desde Roberto Rivela explican como funciona: “Es como un subrayador. Coges un billete y pintas sobre él, si se ve la raya es que es falso”.
Sobre el uso de estos artilugios, la Policía Nacional advirtió que no siempre dan un resultado fiable. Ocurre porque algunos “estafadores” aplican a los billetes unas sustancias que provocan que al pasar el rotulador no se vea la tinta y el vendedor crea por ello que está ante dinero auténtico. Por tanto, además de su uso es recomendable “tocar, girar y mirar”. El Cuerpo Nacional de Policía da estas instrucciones que consisten en comprobar si el papel tiene una textura resistente y áspera. También indican que hay que comprobar si tiene la marca de agua y girarlo para asegurarse de que tiene la banda holográfrica.
