El sindicato agrario SGL sitúa entre las afectadas una granja de la parroquia de Arnuide, en Vilar de Barrio, en el que una vaca y un becerro resultaron muertos.
El sindicato agrario SLG ha alertado hoy de nuevos ataques de lobos a ganaderías en zonas de montes de la provincia de Ourense, como consecuencia de los incendios forestales de los últimos meses que les han privado de comida.
En un comunicado, SLG señala que en octubre pasado ya había denunciado los "primeros ataques" de lobos tras los incendios registrados en la sierra de San Mamede.
Entre las afectadas figuraban una granja de la parroquia de Arnuide, en Vilar de Barrio, en el que una vaca y un becerro resultaron muertos.
Los incendios forestales llevaron a manadas de lobos a "bajar a las granjas para alimentarse al arder sus territorios de caza" habituales, señala el SLG (siglas de Sindicato Labrego Galego).
A ese problema detectado hace un mes hay que añadir también los ataques de jabalíes, que tras quedarse sin su terreno habitual de alimento, quemado por los incendios, están acabando con los pastos de los agricultores y ganaderos, añade.
Además, indica que hay ataques de lobos "en otros puntos" del macizo central orensano, como Rairiz de Veiga, que se suman a los registrados el pasado mes de octubre en una granja de Vilar de Barrio, donde murieron dos vacas y tres becerros este año.
"Lejos de solucionarse, el problema está empeorando", indica el sindicato, que critica la "desastrosa gestión" por parte de las consellerías de Medio Ambiente y de Medio Rural para "garantizar la convivencia da fauna salvaje con las actividades agrarias y ganaderas".
La Xunta centra sus esfuerzos en indemnizar los daños de manera "deficiente" con una cuantía a la baja de las indemnizaciones, y además tarda "alrededor de dos años en ingresar ese dinero" en las cuentas de las explotaciones ganaderas, según el sindicato.
Las políticas preventivas de la Xunta para evitar estos ataques "son nulas" lamenta el SLG, que acusa al Gobierno autonómico de "abandonar las granjas a su suerte" para subvencionar sistemas preventivos que no siempre son posibles aplicar y que "no solucionan el problema".
