El origen de este emblemático comercio está en un bazar abierto en 1870 por Celestino Vázquez
La Región cierra hoy su colección de láminas "Publicidad con historia" con el anuncio publicado en el año 1956 por otra prestigiosa tienda de calzado de las varias que jalonaron el comercio ourensano a lo largo del siglo XX. Se trata de Almacenes Celestino, cuyo origen se remonta hasta finales del siglo XIX y que mantendría sus puertas abiertas en la calle del Paseo hasta entrado el siglo XXI.
Los inicios de esta empresa hay que situarlos en el año 1870, cuando llega a Ourense Celestino Vázquez Pardo. Procedía de Zamora y abrirá un bazar, con el nombre de Celsty, en la entonces Plaza del Recreo, en un local que hoy se correspondería con un café ubicado en el número 7 de la Plaza de Santa Eufemia. Su bisnieto Rafael González señala que, según recuerda la familia, allí vendía de todo: loza, cristalería, decoración, muebles y calzado.
En 1917, Celestivo Vázquez decide ampliar el negocio y monta un taller de reparación de calzado. Así, el 19 de agosto de 1919 publica un anuncio en La Región en el que señala: "Me complazco en comunicar a mis clientes que, accediendo gustoso a la proposición de muchos de ellos relativa al arreglo de calzados llevados de esta casa, he montado con esta fecha y en un local aparte, un taller de zapatería exclusivamente dedicado a solar y arreglar estos". Para esta tarea Celestino contaba con "operarios aptos y una excelente colección de hormas modernas" y garantizaba "la calidad de los materiales, así como la seguridad de la obra".
En los años 20 del siglo pasado fallecerá Celestino Vázquez y continuarán con el negocio su esposa y sus hijos, José y Alfonso. Tras la Guerra Civil, el establecimiento se traslada a un edificio nuevo levantado por la familia y emplazado en el número de la actual calle del Paseo y que hoy en día ocupa una tienda de moda, aunque esta engloba también lo que en su momento fueron las Galerías Tobaris. Los hermanos Alfonso y José Vázquez ya se encuentran el frente del negocio, que continúa creciendo y expandiéndose.
Mujeres tras el mostrador
Una anécdota en la historia de Almacenes Celestino, que tuvo cierta resonancia en la ciudad, fue que en estos años comenzaron a trabajar en la tienda mujeres atendiendo al público y la experiencia constituyó todo un éxito. Rafael Vázquez señala que el establecimiento vendía artículos muy diversos, desde maletas a artículos de viaje, pero sobre todo calzado. "Tenían un gran surtido de zapatos, a precios económicos y de calidad, que adquirían fundamentalmente en Alicante y en Inca (Baleares)", afirma Rafael.
La venta principal de Celestino era al por mayor, ya que tenía viajantes que se desplazaban a las principales localidades de la provincia e incluso al Norte de Portugal. A mayores, era muchísima la gente que se acercaba a comprar al establecimiento, que llegó a contar, según señala Rafael, con una veintena de empleados. "El negocio iba tan boyante, que en el año 1948 decidieron montar su propia sucursal en Monforte de Lemos.
Rafael González recuerda comentarios de la familia sobre la escasez que había en aquellos años de la posguerra y pone el ejemplo de "que cuando llegaba un camión lleno de género al establecimiento, se formaban colas para comprar".
Tras la muerte de Alfonso y José, surgen desavenencias en el seno de la familia, que se zanjarán en 1987, cuando la nieta del fundador, María del Carmen Vázquez, toma las riendas del negocio. En 1995 la Cámara de Comercio rindió un homenaje al establecimiento, por los 125 años de actividad comercial en la ciudad, y en 2003 Almacenes Celestino cerrará definitivamente sus puertas, tras la jubilación de Carmen Vázquez.
