Alberto Vila: 'Cobrar é cada vez máis difícil, ás veces misión imposible e iso leva por diante ó sector'

La alta morosidad lastra a las empresas de transportes

Los miembros de Apetamcor, durante la asamblea que mantuvieron ayer.  (Foto: JAINER BARROS)
Reclamar una ley de morosidad útil y que establezca sanciones en caso de incumplimiento de los plazos de pago fue una de las principales reivindicaciones que realizaron ayer los miembros de la Asociación de Transportistas de Mercancías por Carretera de Ourense (Apetamcor), que mantuvieron su asamblea anual ordinaria.
'A xente está moi afogada, e cobrar é cada vez máis difícil, ás veces misión imposible', señala el gerente de la asociación empresarial, Alberto Vila, quien explica que uno de los mayores problemas que afrontan es el retraso en los pagos por parte de las empresas para las que trabajan o, directamente, el impago. 'Esto lévase por diante moitas empresas, porque os costes que temos son moi grandes', argumenta.

Por ello, los transportistas piden una nueva normativa de morosidad que regule los plazos (demandan el pago a 30 días) pero también establezca una sanción -que no tiene por qué ser económica- para quienes lo incumplan. La normativa actual, aprobada en 2009, carece de medidas en caso de que los plazos de pago no se cumplan.

En la asamblea analizaron también la situación de los costes del sector, mostrando su preocupación por la aplicación de la euroviñeta (gravamen para los vehículos pesados) en Francia a partir de 2013. Los transportistas rechazan la carga impositiva que sufre el sector, recordando que otros modos de transporte (como el naval o el aéreo) no tienen impuestos sobre el gasóleo, mientras ellos lo pagan igual que cualquier ciudadano.

El sector también está a la espera de una nueva Ley de Transporte, que regule las condiciones de la actividad adaptadas a las circunstancias actuales, y cuyo borrador prevén que se conozca en las próximas semanas.

Apetamcor cuenta actualmente con 535 socios, tras un incremento de 49 del año pasado, fundamentalmente gracias a la apertura de una delegación en Porriño (que se suma a la que ya tenían en Santiago). La mayoría de los integrantes (alrededor de 400) están en la provincia de Ourense.

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